De misas, cotillas y curas de prédica larga
Ya saben ustedes que con esto del vocabulario, o del palabrero, como me dice Azcárate, me pongo un poco pesado. Y es que me endemonio. Eso de oír a los políticos, afines al poder e imitadores de esquina y barra, perorata tras perorata sin decir absolutamente nada, entre otras cosas porque utilizan palabras y expresiones sin sentido alguno, huecas, vacías, sin nada detrás, digo, me encrespa los higadillos.
Y como no todo va a ser siempre negativo quiero decirles hoy lo bien que entendí hace unos días al Papa Francisco, que por cierto parece ni siquiera tiene nombre de Papa.
Ante unos 35.000 peregrinos dijo que debe de haber “coherencia entre liturgia y vida” y añadió sin pestañear:
“Hay veces que, después de la misa, nos dedicamos a cotillear. ¿Has visto como va vestida ésta?.Viene igual que el domingo pasado. ¿Y aquel?. ¡Anda que vaya conjunto, la mujer no debe de hacerle ni caso”. ¿A veces se hace esto después de la Misa?,¿ o no?. ¡Se hace! Y esto no se debe hacer”, A este hombre, que también es político y jefe de unos mil ciento sesenta y seis millones de católicos, le entendía todo, no como me pasaba con Zapatero y algunos, y algunas, de sus actuales seguidores, y seguidoras (no se me vaya a enfadar el personal). Y más aún cuando habló sobre la importancia de comunicarse en pareja y de respetar cada día las formas con las que se conducen entre ambos; pues, medio en broma medio en serio, añadió: “nadie es perfecto; el hombre no lo es, la mujer no lo es, ni siquiera las suegras lo son”.¡Cóime!. Otra vez lo entendí todo, y así debió suceder a los que le escuchaban porque le aplaudieron a rabiar. Claro que como él no tiene suegra le resultó más fácil el soltarlo, digo yo.
El Papa Francisco terminó reprendiendo amablemente a los sacerdotes a los que pidió “escuchen más a Dios antes de predicar para no dar homilías largas que nadie entiende”. ¡Ahí queda eso!. Este Papa debe de haber andado de incógnito por entierros, funerales y misas sabatinas, amén de las de los domingos, en pueblos, villas y aldeas.
Crónica emitida en Onda Cero el l unes, 24 de febrero