El asesinato de Sheila Barrero en Degaña.- Diez años de impunidad
Como viene sucediendo desde hace diez años en el aniversario de la muerte de la joven Sheila Barrero en el alto de la Collada, en Degaña (Asturias), el ayuntamiento celebró el viernes, día 24, un acto institucional de recuerdo para que lo ocurrido el 25 de enero de 2.004 no se pierda en la memoria del tiempo
La Corporación local se reunión en pleno y todos los partidos votaron por unanimidad un texto en el que condenan el asesinato de su vecina y exigen a la justicia que resuelva al caso. Luego, todos juntos, familia, políticos y vecinos, bajaron a la plaza del Ayuntamiento para guardar tres minutos de silencio. En esta ocasión el acto tuvo lugar el 24 de enero, y no el 25, que es el día en el que asesinaron a Sheila Barrero, para evitar hacerlo en sábado. No obstante, hoy, día 25, es considerado en el concejo como día de luto oficial.
Comenzó el acto con la lectura por parte del alcalde, José Manuel Fernández, de una declaración institucional aprobada en el pleno: “En el décimo aniversario de la trágica desaparición de nuestra vecina Sheila Barrero, sentimos la necesidad de reforzar el mensaje que, año tras año, venimos transmitiendo desde esta Casa Consistorial”. En el mismo texto dejaban claro el sentir de toda la comunidad: “Un año más nos encontramos para recordarla y acompañar a su familia. No vamos a dejar de reclamar lo que es justo. Exigimos la búsqueda de justicia, que pasa por la búsqueda del autor o autores del asesinato”.
El alcalde, también tuvo su momento para la emotividad y el recuerdo: “Muchos recordamos a esa joven jugando en el pueblo, estando con su familia y vecinos. Nos gustaría hablar con Sheila, como si fuera una oración, y decirle lo mucho que la echamos de menos, lo mucho que sus padres sufren por ella, lo triste que es hacer una visita al cementerio y ver la tumba de una joven como ella. Sabemos que son palabras tristes, pero triste es su ausencia”.
En los actos celebrados se pudo ver a familiares de Silvia Brugos, protagonista de otra violenta tragedia en Degaña. Su compañero sentimental, hermano y padre, fueron asesinados por su ex marido el 22 de mayo de 2011. El próximo lunes comenzará el juicio, en Oviedo.
Tras la lectura del manifiesto se guardaron tres minutos de silencio, que finalizaron con un multitudinario aplauso.
Acababan de concluir los tres minutos de silencio cuando su hermana Mónica pidió la palabra para dirigirse a los numerosos vecinos del concejo que acudieron a arropar a la familia en tan triste aniversario. Dando las gracias a todos insistió, como lleva haciendo toda la familia desde hace una década, en que no van a cejar en su empeño de que se resuelva el asesinato de la joven de 22 años: “Solo decirle a quien corresponda que este no es un caso difícil. Sabemos que es un caso fácil gracias a las investigaciones policiales hechas. Hay casos más complicados que se resuelven. Simplemente hace falta que la fiscalía y la justicia actúen, nada más, y lleven a cabo las detenciones que tengan que llevar para que no tengamos que volver aquí otro año más”.
Elías Barrero, padre de la joven Sheila, explicaba cual era su estado: “Yo creo que estaba mejor un año después de lo que pasó de lo que estoy hoy. Tenemos esperanzas, porque eso es lo último que se pierde, pero la herida sigue abierta y cada vez es más dolorosa”.
La familia tiene muy claro que el asesinato no puede quedar impune y que la justicia tiene que reabrir el caso. “Hace tres meses estuve en Cangas, en los juzgados, y sólo necesitan un pequeño detalle que permita seguir con las líneas de investigación”, apostilló Elías.
La cronología de los hechos
25-I-2004. Sheila Lorena Barrero Fernández, de 22 años, aparece muerta en el alto de la Collada. 28-I-2004. La autopsia revela que la muerte fue causada por un disparo en la cabeza con una pistola del calibre 6,35. 10-II-2004. Dos varones centran el objetivo de la investigación de la Guardia Civil. 23-VIII-2004. Un joven de 19 años y natural de Villager, es detenido como presunto autor de los hechos. 26-VII-2004. El juez encargado del caso deja en libertad provisional al sospechoso, aunque continúa imputado. 22-I-2005. La familia de la víctima revela que el motivo del crimen es de carácter sexual, por los datos con que cuenta. 25-VI-2005. El caso cambia de juez, y se toma declaración a once personas de nuevo. 3-XI-2005. El quinto cambio de juez exaspera a la familia de la víctima. 12-V-2006. La juez toma pruebas de ADN a diez amigos de la víctima. 17-X-2006. Las pruebas realizadas arrojan resultados negativos, incluso en el caso del único imputado.
Los jueces deciden el sobreseimiento del caso por falta de pruebas
En el 2008, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias ha emitía un auto en el que desestima el recurso de apelación interpuesto por la familia de la joven Sheila Barrero.
El juzgado de Instrucción de Cangas del Narcea dictó el 22 de octubre de 2007 el sobreseimiento provisional por falta de pruebas, un archivo ante el que la familia de la joven asesinada decidió recurrir apoyándose en los indicios que veían en el único imputado hasta el momento, un joven leonés con el que mantuvo una relación.
La Audiencia Provincial decidía el sobreseimiento del caso y el archivo de las diligencias. Los jueces no consideran que los argumentos de la familia sean suficientes, aunque precisan que el auto de sobreseimiento “no comporta el cierre definitivo de las diligencias” las cuales “podrán reabrirse si concurrieran méritos para ello”.
En los razonamientos jurídicos, la Audiencia considera que los indicios racionales de criminalidad existentes en relación con el joven leonés imputado B. V. G. a “lo más que llegan es a erigir sospechas” y “no se pueden apreciar motivos suficientes como para mantener una acusación contra el sospechoso”.
En el auto, el tribunal rechaza cada uno de los indicios argumentados por la familia en el recurso. Así y en cuanto a la presencia de residuos de disparo en la mano derecha y ropa del imputado, la Audiencia considera que el tiempo transcurrido entre el disparo y la toma de muestras “es suficiente para descartar que las halladas en el imputado fuesen consecuencia directa del disparo que causó la muerte de la víctima”. Por ello, el tribunal entiende que “se debilita la consistencia del indicio que pudiera poner de la mano del joven la ejecución de la muerte”. Asimismo, y en relación a la procedencia de un casquillo recogido en el interior del vehículo también se considera “como poco dudoso” por parte de los jueces.
Sobre el segundo indicio, el hallazgo de una fibra de color azul, perteneciente a la chaqueta del imputado en la bufanda encontrada en el vehículo, la Audiencia considera que es “manifiestamente insuficiente” al no incorporar el “único filamento ninguna característica de exclusividad dado lo corriente de la prenda de procedencia y la más probable presencia del imputado en otras ocasiones en el vehículo”.
El tercer indicio presentado por la familia es el que relacionada con la diligencia de entrada y registro en el domicilio del abuelo materno del imputado. Con esto, la familia pretende demostrar el acceso del joven leonés a un arma corta, que “sería la que disparó a la víctima”. Ante este indicio, la Audiencia sostiene que “lo relevante para la causa es que ni el arma apareció ni se concluyó su preexistencia más allá de meros rumores, ni los casquillos se corresponden con la munición utilizada para ejecutar la muerte, pues ninguno de ellos era de calibre de 6,35”.
En cuanto al cuarto indicio relativo a los movimientos del imputado la noche de la muerte de Sheila Barrero, el argumento impugnatorio “no pasa de la simple sospecha” al suponer cuestionar la credibilidad de los testigos que desvinculaban al joven en el lugar del crimen.
También considera la Audiencia que la tesis de inspiración del crimen “tiene una gran carga de subjetividad”. En el recurso se apunta como posible causa del crimen la incapacidad del imputado para soportar la persistencia de la víctima de mantener una relación que él quería zanjar. El tribunal considera que “no menos razonable es entender que esa molestia no tiene porque representar el incentivo de tan desmedida actuación, por lo que el argumento no parece guardar relación de proporcionalidad con la consecuencia que se trata de atribuir al imputado”.
Sheila Barrero fue hallada muerta el 25 de enero del 2004, en las inmediaciones del puerto de Cerredo, a medio camino entre el pub de Villablino (León) en el que trabajaba y su domicilio en Degaña (Asturias), con un disparo en la cabeza.
La única persona detenida por este suceso fue un antiguo compañero, con el que se la relacionaba a nivel sentimental, al que se le practicaron varias pruebas en busca de restos de pólvora, que resultaron positivas. No obstante, el joven alegó que había estado cazando en fechas previas.