CANGAS DEL NARCEA. Santa Bárbara sigue presente aun sin mineros en activo
Había bullicio en la calle: no el normal de cualquier día laborable. Era distinto. Al llegar al cruce del Paseo con D. Ibo se dio cuenta. Era Santa Bárbara. 4 de diciembre: la patrona de los mineros.
Sin ninguna voluntad por su parte se vio repasando una festividad, no antigua pero que ella había celebrado unos cuantos años, incluso en su soltería, antes de casar con Luis, precisamente un minero
Es curioso, se dijo, ahora cuando son más los jubilados o prejubilados que la celebran que mineros en activos quedan, acuden a mi memoria aquellos primeros años en los que la festividad comenzó a celebrarse en común por toda la comunidad minera. Fue con la aparición de la Hermandad de Mineros allá a finales de los setenta. Antes se celebraba de forma un tanto grupal. Los que más lo hacían eran los facultativos y técnicos llegados de las cuencas que ya tenían tradición. Lo celebraban agrupándose por categorías o por grupos familiares en comidas y cenas. La mentalidad de los cangueses aún se hallaba atada al medio rural y la mina no había calado todavía en las costumbres y conmemoraciones. Así lo recoge Mera en su libro «Remembranzas canguesas I».
Entre imágenes nebulosas, Àgueda recordaba cuando llegó la imagen de Santa Bárbara, en Cangas no había ninguna. Fue de la mano de Avelino, “El Madreñinas”. Un personaje más que peculiar también llegado de las cuencas. No sé que problemas tuvo con el clero local, pero el caso es que la imagen no fue a la iglesia y hubo de permanecer durante bastante tiempo en el Bar Pénjamo Nuevo, donde ahora está el Pazos. Allí se dio forma a la Hermandad Minera. Ya a principios de los ochenta, la festividad comienza a dejarse notar. Curiosamente en 1.981 la procesión se hace el día tres y aparecen los mineros con lámparas. La imagen se llevó de la iglesia al patio del Palacio Toreno donde se celebró la misa. Seguidamente se celebró la verbena en un garaje de la calle Uría, (al igual que se había hecho en años anteriores) situado donde ahora se halla Multicosas.
La asistencia solía ser muy floja, especialmente por el frío que hacía en el dichoso garaje. Pero poco a poco el ambiente en los bares en la noche del día tres comenzó a ser más que notable y las cenas comenzaron a multiplicarse: por empresas, por explotaciones o por grupos. Incluso se realizan en Ventanueva, Gedrez. Monasterio, Rengos…
Con el paso de los años, la fiesta comenzó de nuevo a decaer al igual que lo hacían las explotaciones mineras hasta que un grupo de jóvenes decidió darla un nuevo impulso hace unos años. Hasta tres días de fiesta se han venido celebrando. Este año el programa es de órdago, cual si la cuenca antracitera estuviese con su producción a tope. Si perdimos el carbón al menos que no se pierda el espíritu minero que trajo consigo… Fueron pocos años sí, pero la imprenta que quedó fue honda y sentida.
Feliz día de Santa Bárbara a toda la familia minera y a toda la Cenca del Narcea