SUROCCIDENTE.- Recuperando los viejos castañales

La castaña, alimento sostén antaño de munchos asturianos estaba llegando en muchos lugares prácticamente  a su desaparición

Por la izquierda, Daniel Martínez, Manuel Fernández, Norma Alas, Adrián Aviñoa, Corina Fernández y Borek Rochovansky, ante una corripa en Moal.

Pero algo ha sucedido, algo que pretende parar la desaparición del castaño y así se están limpiando castañares de Cangas del Narcea y Belmonte para conseguir que vuelvan a producir castaña de calidad: Según los técnicos, “un árbol centenario tendría que dar entre 50 y 100 kilos al año, pero con el estado de degradación que tienen están produciendo entre cero y 15 kilos”

En Asturias hay más de 70.000 hectáreas de masas de castaño en situación de abandono y la Fundación Oso Pardo (FOP) se ha propuesto ponerle freno. Para ello ha ideado el proyecto “Castañas, osos y desarrollo rural”, con el que busca recuperar, expandir y poner en valor los castañares tradicionales. La propuesta, que ya está dando sus primeros pasos con las labores de desbroce y limpieza de castañares en los pueblos de Moal, en Cangas del Narcea, o también en La Veiga, de Belmonte de Miranda, cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico,  así como con el  del Principado de Asturias y de la Fundación Caja Rural de Asturias

“La idea es generar interés por la castaña, que es un producto que está en auge y está aumentando su valor, apunta Adrián Aviñoa, coordinador del programa “Hábitat” de la FOP. “Se están barajando precios de algunas variedades de entre 8 y 10 euros por kilo, lo que es una buena rentabilidad económica y aparte de los productos del castaño, hay una amplia y variadísima producción micológica”,

Las principales acciones que se van a realizar son la recuperación de castañares tradicionales y la realización de nuevas plantaciones. Se actuará en 108 hectáreas y en ellas además de intervenir en los árboles centenarios, se realizarán 10.000 injertos con variedades tradicionales sobre brotes seleccionados. Las nuevas plantaciones se situarán próximas a las zonas intervenidas, y supondrá un aumento de 30 hectáreas, plantando un total de 12.000 nuevos castaños injertados en su mayoría con variedades locales. Los trabajos sobre el terreno comenzaron el pasado mes de octubre y están consistiendo en el desbroce del matorral y eliminación de otras especies de árboles. Con la llegada del invierno se procederá a la poda en altura, con la que se rejuvenecerá la copa.

 En Asturias hay tres cuadrillas trabajando. Dos dependen directamente de la Fundación Oso Pardo: una actúa en Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, mientras que la otra en Belmonte de Miranda, Somiedo, Tineo y Allande. También se está interviniendo en concejos del centro. El resto de municipios pertenecen a Cantabria y León donde la Fundación Oso Pardo cuenta con la colaboración de la Fundación Camino Lebaniego. Las actuaciones en los castañares cuentan además con la supervisión de expertos de la Universidad de Oviedo.

Para sacar adelante este plan, un paso fundamental fue contar con la cooperación de los propietarios de los terrenos, con los que se firmaron acuerdos de colaboración. “El 95 por ciento de los dueños recibieron el proyecto encantados, sobre todo la gente mayor. Cuando les explicábamos que íbamos a recuperar los castaños se les iluminaban los ojos, porque ellos lo valoran mucho, quitó mucha hambre en las casas, es la especie emblemática de Asturias”. En Moal, Toño Rodríguez, propietario y representante vecinal asegura que la propuesta, totalmente gratuita para los dueños, ha sido muy  bien recibida: “Todo lo que sea limpieza, mantenimiento y recuperación es bienvenido, es en lo que estamos trabajando ahora mismo, Incide en que con esta iniciativa se consigue “rescatar algo que en su día fue sustento familiar” y reconoce que en la actualidad en esta localidad canguesa están bastante descuidados, más aún desde la gran nevada de octubre de 2018 “que dejó los árboles bastante dañados y aceleró el proceso de abandono. Creo que sin esta iniciativa iba a costar bastante dar el paso de volver a actuar en ellos”.

Además de poner de nuevo a producir los castaños,  también se va a trabajar en la rehabilitación de varios elementos etnográficos como son las corripas o corras, unas construcciones de piedra ideadas para conservar castañas durante meses.

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R. Mera