SUROCCIDENTE.- La carretera al Bierzo por Valdeprado. Nieve allá, limpia acá
Ha llegado la nieve y con ella han llegado también los problema a muchas carreteras. Y, curiosamente, estos problemas no afectan a todos los usuarios de las mismas por igual como la razón apunta. Tal sucede en la popularmente conocida como Vía Minera que une Asturias, por Degaña y Cerredo, con el Bierzo a través del puerto de Valdeprado
En esta vía, el tramo que es propiedad del Principado de Asturias (el Gobierno autonómico asumió su gestión hace meses y reparó su parte de esta antigua vía minera) se mantiene en perfectas condiciones mientras que el leonés está impracticable
Así las cosas, los conductores que hacen uso habitual de esta carretera para acceder a Cerredo o Degaña desde el Bierzo han tenido que empezar a dar la vuelta por Caboalles (Villablino) para librar los trece kilómetros que discurren dentro de la provincia de León. Así mismo, quienes llegan desde la parte asturiana, confiados porque la carretera está limpia, y se topan de frente con la calzada con nieve y helada tienen que volver atrás para poder seguir, con el consiguiente rodeo que ello conlleva, según han relatado algunos vecinos.
Los viajeros asturianos se ven obligados a dar la vuelta al llegar al tramo leonés
Asturias no es León cuando nieva en la misma carretera y eso aumenta la indignación de quienes hacen uso de ella y de los vecinos de Valdeprado, la pedanía de Palacios del Sil que se ve directamente afectada por la dualidad que se da en lo que en el Bierzo está considerada como una pista forestal, porque ninguna administración quiere hacerse cargo de su gestión, y en la Comunidad asturiana es ya parte de la red autonómica.
León considera que el desembolso que habría que hacer en esta vía es demasiado elevado. Cifra en 6,8 millones de euros la inversión necesaria para poner a punto una carretera a la que le resta funcionalidad, pese al uso demostrado y continuo que tiene y al interés general de su arreglo tanto por parte de los ayuntamientos de Páramo y Palacios, como de las juntas vecinales, de varios colectivos vecinales y del propio Gobierno asturiano. Desde la parte asturiana se demanda con fuerza la actuación de la Comunidad vecina y se critica con sorna y un punto de mala leche el hecho de que el PP, ante oposición, demandaba con fuerza se asumiese dicha vía por el gobierno regional y ahora que está en el gobierno lo considere ya costoso, ya prescindible o innecesario.
