SUROCCIDENTE.-Ya saben el dicho: “Dónde éramos pocos… “,la nueva enfermedad del ganado

Solo dos xatos en la feria

El sector ganadero asturiano lanza lo que puede ser su ultimo lamento: “Esto se acaba”. Esta vez el peligro llega desde  el Oriente, donde la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), la llamada “fiebre de las vacas”, azota con virulencia. El  último ejemplo se dio en la Feria de Todos los Santos de Santillán, en Amieva, donde únicamente se presentaron dos terneros. La propagación de la EHE se deja notar y fue una de las principales causas de esta desoladora escena en la cita tradicional ganadera, un referente en la comarca oriental

Hasta ahora en Asturias, según el Principado, se han confirmado 15 casos positivos y 13 negativos y se está a la espera de conocer los resultados de otras 60 pruebas. No obstante, los profesionales y organizaciones agrarias como URA (Unión Rural Asturiana) advierten de que la situación es peor. Ésta última ya alertó hace dos semanas del alto número de casos y de que estos van a más, al tiempo que reclamó un protocolo de actuación para evitar que empeorase la situación y se sufriese problemas como en otras enfermedades.

“Lo veo todo muy negro” indicó el concejal de Ganadería de Amieva, Alberto Suárez, verbalizando el pensamiento de miles de pequeños ganaderos. Aunque la cita ya había perdido fuelle en los últimos años, al igual que viene ocurriendo también aquí en las del Suroccidente, atrayendo cada vez menos redes, la presencia mínima de animales de este año reflejó el temor de los profesionales del sector ante el mosquito transmisor de esta enfermedad, el Culicoides.

“Hace quince o veinte días que se empezaron a disparar lo casos y ya hay una quincena de explotaciones afectadas solamente en Amieva, y sobre diez animales muertos”, sostiene el edil. Unos números que no son casos aislados en la zona y que cada vez afectan a más ganaderías.

Las reses afectadas exhiben diversos síntomas, desde llagas en las bocas hasta problemas de movilidad en las articulaciones e incluso abortos en las vacas preñadas.

Los estragos de la enfermedad, denuncian los ganaderos, se notan muy muchos en los bolsillos.

“La medicina tiene sus gastos. Son unos 35 euros cada inyección antiinflamatoria más la consulta al veterinario”, apuntan. La creciente preocupación en torno a esta infección vírica ha llevado a que los ganaderos la denominen entre ellos informalmente como “el Covid de las vacas”. El calor se señala como uno de los factores que propician su expansión que, parece, no afectar a partir de los 800 metros

El colectivo Ganagri también ha solicitado la actuación por parte de la consejería a través de la creación de un protocolo con el asesoramiento de distintas universidades españolas y el Serida.

Los profesionales piden una vacuna

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R. Mera