DEGAÑA.- Alex Galán estrena “Il Mulín” en Trabau (Degaña)
Álex Galán, tras la cinta “Salvajes”, en la que aborda el conflicto con el lobo, el director avilesino estrena ahora “Il Mulín”, una película rural que esta vez se en el Suroccidente, pero que no se fija en las fricciones del tiempo contemporáneo y la aldea ni en las miserias del despoblamiento, sino en las buenas enseñanzas que los pueblos y sus vecinos todavía pueden ofrecer. Galán ha documentado una fábula sobre autogestión en la que los doce habitantes de Trabáu (Degaña) se organizan para recuperar su molino y el curso de agua que las obras de una carretera habían desviado hacía cuarenta años.
Según Galán “la película arranca con una reunión ante una mesa en la que se debate sobre un concepto muy claro”: estamos perdiendo soberanía alimentaria“, Y explica:”Ellos, antes, podían producir su propia harina y ahora la tienen que comprar, porque el molino no funciona; a partir de ahí se las ingenian para restaurar el molino, recuperar el curso del agua y recuperar la producción de harina”.
Detrás de la grabación de “Il Mulín” hay una historia de años en la que Álex Galán fue forjando una amistad con Rosa Rodríguez y con su hijo Víctor García, los últimos cunqueiros del valle de Trabáu, herederos del legado de Victorino García, último gran mentor de esta vida en torno al trabajo con la madera. Victorino fue el primero en dar la voz de alarma sobre el estado del molino y realizó las primeras convocatorias para recuperarlo.
Ahora, ante las cámaras de Galán, el pueblo decide acabar el trabajo, no solo adecentando la máquina y la construcción donde se aloja, sino devolviendo el curso de agua a su lugar natural para que el molino vuelva a funcionar. Pero “lo realmente chocante”, insiste el director, “es que para reconstruir el molino se valen de lo que el bosque les ofrece, de la madera, de la pizarra, y cuando se enfrentan al problema del agua abren la carretera de lado a lado y devuelven el curso del río a su sitio”.
Y precisa: “Igual que nadie les preguntó en su día si querían que el molino se quedara sin agua para hacer la carretera, ellos tampoco han preguntado a la Administración cómo tenían que volver a modificar el curso del río. Simplemente lo hicieron. Sin rabia, con pragmatismo. Al final solucionan un viejo problema aplicando la lógica de toda la vida, es algo que se repite mucho en el documental, ‘volver atrás para seguir progresando’”.
La película recupera en algún momento (y en el propio título) la lengua de los cunqueiros, el Tixileiro. Contó con el apoyo de RTPA y del Principado de Asturias, y con la producción de los propios vecinos, que ayudaron a alojar, mover y alimentar al equipo. En consecuencia, Álex Galán también quiso que el estreno reivindicara al pueblo y sacudiera ese complejo de pena por lo que uno se pierde al no estar en la ciudad.
El pasado día 23, sábado, Trabáu acogió con gran éxito el estreno del corto