IBIAS.- Una vendimia internacional en el despoblado suroccidente
Conocido es de todo el gran problema que el despoblamiento está creando en este Suroccidente astur. Y aún podría ser mayor si no fuera por la llegada de emigrantes (rumanos especialmente) que, de alguna forma, vienen a conformar un pequeño dique contra lo que podría ser cuasi una catástrofe poblacional.
La falta de trabajo lleva a la emigración, pero aquí aparece un contrasentido cuando los empresarios nos dicen que falta mano de obra, no ya especializada, que también, sino en general. Y esta falta de mano de obra ha venido a sustanciarse en Ibias, concretamente en la empresa `Siluvio Bodegas y Viñedos´, de Lalo Méndez León, incluida en la DOP Vino de Cangas. Iniciada ya la vendimia, el bodeguero ha tenido que recurrir a contratar a un equipo de vendimiadores para poder hacerlo en las 7,5 hectáreas de su viñedo.
Y así ha conformado un grupo compuesto por 10 personas que proceden de diferentes países del mundo, a saber: Rusia, Ucrania, Rumanía, Senegal, Guinea Bissau y España. Así pues una vendimia de carácter internacional que viene a suplir la mano de obra existente en el concejo. Pero no es nada fácil. “Lo que más nos está costando es entendernos, tengo que ponerme con cada grupo y explicarles muy telegráfica y visualmente cómo actuar, hago el ejemplo y ellos me siguen”,señala el empresario.
“Al final tengo que recurrir a traer equipos de trabajo para realizar las labores fuertes en el viñedo, porque aquí no hay gente”, explica el empresario que se muestra encantado con el grupo de vendimiadores, aunque no todos hablan ni entienden el español. Entre ellos sí se entienden y tienen muy buen ambiente. Es muy divertido, porque están juntos en la sala de catas de la bodega comiendo y los ves hablar y reírse, es una torre de Babel”.
Todos ellos son residentes en Asturias, en la zona centro, y durante estos días de vendimia se hospedan en la Escuela Hogar del colegio de San Antolín
Precisamente, la tranquilidad y la belleza de Ibias consiguieron atrapar al trabajador fijo que tiene la bodega para el cuidado y mantenimiento del viñedo durante todo el año. Es Malamine Sane, también senegalés, que ya va a cumplir cuatro años residiendo en Ibias al cargo del viñedo de Siluvio. Llegó con su familia, mujer y tres hijos, y lo que le traslada a su jefe es que le gustaría jubilarse allí.
Pues como me lo contaron os lo cuento
