500.000 Tm. de carbón diluidas por el viento y el agua. “Saparecidas” que diría aquel

O me estoy haciendo mayor demasiado deprisa o tonto a toda velocidad. Uno ya sabía que los trileros hacen aparecer y desaparecer la bolita allí donde en cada momento les interesa. Que hay documentos que por arte de bilibirloque desaparecen de los Juzgados. Que algún que otro sobre desapareció en el camino entre el banco y determinado domicilio…. y cuenta que también algún barco en el denominado Triángulo de las Bermudas.

Depósito de Carbón en Cerredo
Depósito de Carbón en Cerredo

Pues ahora resulta que unas 500.000 toneladas de carbón producidas en España y pertenecientes al Almacén Estratégico Temporal de Carbón han desaparecido. Así como suena: desaparecidas, esfumadas, evaporizadas, o vaporizadas sin pasar por térmica. Y digo: quinientas mil toneladas, aunque en principio solo se habló de 200.000 Este carbón, se encontraba almacenado en terrenos propiedad del empresario minero leonés Victorino Alonso. ¡Que casualidad. Tenía que ser Victorino! . Lo debía gestionar Hunosa, pero estaba en terrenos del empresario leonés. Y cuentan, dicen, que la pérdida de este carbón, cuyo paradero se desconoce, podría estar relacionada con el retraso en el pago de las ayudas a la producción de carbón, unos 111 millones de euros, a las empresas privadas correspondientes al año 2012. Las empresas lo han negado rotundamente, faltaría más. Con un precio del mineral que ronda los 90 euros por tonelada, este carbón tendría un valor de unos 45 millones de euros.

Y para que nos hagamos una idea, me explica un camionero cangués, para moverlo se necesitarían al menos unos 12.500 camiones a unas cuarenta toneladas cada uno. O sea que hay que descartar esas furgonetas que aparecen por las noches y se llevan las manzanas o los tomates de pomaradas y huertas.

Está comprobado que las 500.000 toneladas de carbón que ahora no aparecen sí que llegaron a entrar en el lugar donde se almacenaron. Menos mal que desde el Grupo Alonso alguien ha encontrado una explicación:

Dicen que lo sucedido parte de “un problema con la interpretación de un contrato de almacenamiento de mineral que data de septiembre del año 2009”. O sea que alguien no interpreta bien el contrato y….. ¡zasssssssss! , desaparece el carbón.

Pero viene seguidamente una interpretación más lógica. Dicen: El peso del mineral almacenado se determina en función de su volumen. En las pilas de carbón, en los contratos, se establece una “merma técnica”. Es decir, la cantidad en la que se reduce el volumen de mineral por su almacenamiento al aire libre a causa del viento, la lluvia u otros factores.

Esto ya es otra cosa. Se entiende mucho mejor. Comienza a llover, sopla el viento de un lugar a otro o del otro al uno y…. en cuando te quieres dar cuenta quininetas mil toneladas diluidas en la atmósfera. Hay que joderse con el viento. Visto esto parece que lo único para lo que es bueno es para que caigan las castañas

Pero tampoco es tan extraño, es que somos unos incrédulos. Según el Grupo Alonso, en este caso, la merma “real” de carbón ha sido muy superior “a la teórica”, y de ahí la pérdida de las  500.000 toneladas .

No me dirán ahora que nos le ha quedado todo claro, no me sean mal pensados. El carbón ha quedado diluido en el aire y …. amén.

 Si alguien les cuenta que esta “pérdida” se produce coincidiendo con la huelga en el sector carbonero que prácticamente paralizó las minas de todo el país durante dos meses, no les haga ni caso. No es el tiempo el que ha influido, han sido el agua y el aire.

Pues eso, todo clarito

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R. Mera

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