Boda vaqueira en la braña de Aristébano (Asturias)

Tan solo el sol se resistió a sumarse de inicio al esplendor de la boda vaqueira y de la braña de Aristébano. Alla en la cumbre, entre los concejos de Tineo y Valdés el tiempo de muchos ayeres se fundió en un instante de hoy para deleite de locales, turistas y foráneos, que no querían perder un espectáculo que, no por repetido, deja de ser nuevo cada año. Así fue el enlace vaqueiro entre Balbino Suárez y María Esperanza Garrido.
Los cometarios se centraba sobre “lo guapo” de la ceremonia, la prestancia del novio a caballo o la delicadeza del taje vaqueiro de la novia. Algo distinto del destemplado cotilleo que suele realizare a la salida de cualquier boda de cualquier pueblo o villa

Vestidos con los trajes típicos que manda la tradición y siguiendo el ritual de la comunidad vaqueira, Balbino y María Esperanza iniciaron el camino hacia el altar cada uno de ellos jinete en su montura y manteniendo el equilibrio en laempinada cuesta. Al fin el sol quiso asomarse también a disfrutar de la ceremonia. El público jaleaba:¡Vivan los novios!”, y se piropeaba a la novia . En cabeza del desfile, gaitas, tambores, panderos y castañuelas. Tres grupos de músicos ponían banda sonora al camino de Balbino y Esperanza hacia el altar. Detrás y tirado por dos bueyes, marchaba el típico carro del país portando el ajuar de la feliz pareja y, como antaño, con la cama matrimonial como principal ingrediente. Su paso provocaba má de un jocoso comentario
A lomos de dos caballos blancos, engalanados con la vestimenta tradicional y con una sonrisa de oreja a oreja aparecieron los novios. Ella primero y él después. Así llegaron ante el altar entre muchos aplausos de los presentes. El sacerdote gijonés, Pablo Gutiérrez, fue el encargado de oficiar la ceremonia
Los quince vaqueiros de honor entre los que figuraban la directora de la Fundación Príncipe, Teresa Sanjurjo, y el director de la Biblioteca de la Universidad de Oviedo, Ramón Rodríguez-, se mostraban encantados con la celebración. Fueron los primeros en tomar asiento y a continuación lo hicieron los novios, los padrinos y el resto de familiares que los acompañaban, todos ellos trajeados al estilo de esta comunidad trashumante.
La misa fue sencilla, con dos lecturas bíblicas y con los elementos tradicionales. Balbino y María Esperanza, se dieron el “sí quiero” y sellaron su amor con un beso.

.Comparte en tus redes sociales
Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Pin on Pinterest
Pinterest
Share on Tumblr
Tumblr

R. Mera

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.