Un bombero cangués voluntario en los incendios chilenos
Contaba el periodista Luis Ángel Vega en La Nueva España que cuando el bombero forestal Daniel Rodríguez Fernández, de La Nisal, en Cangas del Narcea, partió el 10 de febrero hacia Chile con otros 40 integrantes de las brigadas de refuerzo en incendios forestales, los incendios ya habían consumido en el país andino la friolera de 350.000 hectáreas, algo así como un tercio de la superficie de Asturias. Doce días después, se contabilizan en el país 301 fuegos, 210 de ellos controlados. Y la mayor parte de ellos provocados.
Rodríguez Fernández está integrado en la BRIF de Tineo. Ha estado luchando especialmente contra el incendio de Río Blanco, en la región de Maule, una zona boscosa al pie de los Andes. En Río Blanco han ardido más de 6.000 hectáreas, pero en Maule superan las 30.000.
Daniel Rodríguez Fernández, de La Nisal, en Cangas del Narcea pertenece a BRIF de Tineo
A su llegada a Chile, Daniel fue trasladado junto a sus compañeros a la ciudad de Chillán, en la región de Ñuble. Su bautismo de fuego fue en el incendio de Purema, donde construyeron una línea de defensa junto a los bomberos chilenos del Conaf. Posteriormente ha estado trabajando en el incendio de Río Blanco, a los pies del nevado de Longaví, en la región de Maule, “una zona de muy difícil acceso, con fuertes pendientes, sin vías de comunicación por lo que dificulta mucho la extinción”.Para acceder a esta zona de bosque nativo, pegada a la cordillera andina, los bomberos forestales españoles han sido trasladados a un aeródromo, para desplazarse en helicóptero al lugar del incendio.
Si para algo ha servicio el desplazamiento de los miembros de las BRIF a Chile es para compartir métodos de trabajo con los equipos chilenos y otros voluntarios, como los brasileños
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