Un cocido “progresista”
Se comenta, se dice, se rumorea, en muy diversos medios, y ya saben que “cuando el río suena, agua lleva”, que cualquier proyecto que se quiera ver respaldado en estos días por la Administración ha de hacer figurar en lugar destacado la palabra “progresista”; si no es así ya puede dar por perdida la solicitud, la licencia, la subvención, el permiso, la guía, la autorización o lo que hubiere. “Progresista” ha de figurar necesariamente.
Supongamos que usted se presenta a un concurso de cocidos dotado con premios muy altos y que conlleva una subvención del 90 % para instalar un negocio de servicios de cocidos, potajes o lo que hubiere que, pasados unos meses, como ocurrió con algunas casas rurales, puede cerrar sin ningún problema quedándose con las instalaciones en propiedad y sin tener que devolver un euro. Pero para que eso ocurra voy a ayudarle. Yo pongo las palabras y usted la cara. Porque, claro, hay que tener mucha cara para ello. Y lo malo es que nos estamos acostumbrando.
Como ya he señalado, el cocido ha de figurar como “progresista”, con garbanzos y garbanzas de cultivo ecológico y sostenible en su justa proporción. Si se despista y mete más garbanzos que garbanzas le lapidan acusándolo de machista. Algo que también puede repetirse si, para acompañar a los citados, prepara un repollo, también ecológico y sostenible, olvidándose de la repolla, o no destaca que sí se considera el que haya morcillo y morcilla, aunque en este caso nada tenga que ver el culo con las témporas. También habrá de llevar, amén del preceptivo tocino, tocina; aunque esto se puede soslayar con el palabrerío huero, modernista y adecuado al pensamiento líquido, asegurando que esa es tocina porque proviene de una cerda en lugar de un cerdo y por eso es tocina. El mismo argumento se puede seguir para el chorizo y la choriza necesarios. Más difícil lo tendrá si hay cerca alguna representanta del Ministerio de Igualdad, pues no sé muy bien que aconsejarle para que feminice el pan Si señala que también hay “pana” corre el riesgo que alguien quiera poder hacerse una chaqueta de ese elemento textil que tanto éxito tuvo en el PSOE cuando este partido ero eso: el PSOE.
Habrá de agregar que el cocido es totalmente inclusivo, amén de sostenible y ecológico. y que usted se compromete a colocarlo en la mesa de tal manera que tenga perspectiva de género ante el comensal.
Y si a ello añade que es resilente, trasversal, servirá al crecimiento ciudadano de la zona y expansión de los derechos humanos, entonces será el no va más.
Y ello sirve tanto para un cocido como para un caldo de berzas o un arroz con leche
Puede que incluso el cocido sea incomible, pero la subvención y el visto bueno progresista lo tiene usted más que asegurado.