CANGAS DEL NARCEA.-Mi evocadora felicitación navideña
Verán ustedes: hoy me siento un tanto nostálgico, puede que sean las fechas, o el tiempo, o la penumbra de los largos días invernales, o quizás también, todo ello junto. El caso es que, como a mi edad corresponde, la mente, en cuando la dejas fluir, se vuelve rauda al pasado y vaga y divaga por tiempos ya idos y temporadas pretéritas que nuca volverán.
Los más jóvenes habrán de perdonarnos a los viejos, conmigo a la cabeza, esta nuestra natural tendencia a mirar hacia atrás. Está dentro de la lógica más elemental, llevamos ya muchos más años vividos que los que nos quedan por vivir.
Y dado que los días de Nochebuena y Navidad no estaré con ustedes por ser festivos, permítanme que hoy dedique esta estampa a un momento muchos años vivido, primero en los patios del Maestro Casanova y posteriormente en el Prao del Molín.
Durante el desarrollo de la Belén Viniente que durante tantos años allí se celebró había un momento muy especial. Una vez que el Niño había nacido y los alumnos, repartido en corros en torno a las hogueras artificiales que allí se creaban, encendían velas y bengalas, con el fondo suave de un villancico musical, llegaba año tras año la voz de doña Felisa…
¿Os acordáis? Seguro que esos niños de entonces que ahora son jóvenes padres y que incluso se han adentrado ya ampliamente en la cuarentena repentizarán nítidamente el momento.
Creo que tenía vida en sí mismo, y mensaje, y reivindicación, y que iba más allá de las particulares convicciones religiosas de cada cual en aquel o cualquier otro momento
Y los alumnos, uniendo todos sus manos y alzando la velas encendidas al cielo recitaban con doña Felisa, con el mismo soniquete infantil y música que aquí hoy recordamos:
Padre Nuestro que has nacido
tan humilde y tan chiquito,
venga a nosotros la Paz
en la alegría de Cristo.
Y el pan que hoy recibimos
reparte entre mis hermanos,
entre los niños que sufren
hambre y frío abandonados.
Entre las madres que lloran
porque han perdido a su hijos,
entre los viejos que mueren
en sus soledad malditos.
Por todos niños Jesús
estos niños te pedimos
y tus glorias cantaremos
en cientos de villancicos.
Lectores de este blog, seguidores de mis estampas: Paz y bien para todos. Felices Fiestas
Así sonó en Onda Cero esta misma felicitación