La comarca es muy vulnerable ante los incendios de `cuarta generación´
Bomberos y alcaldes en la reunión
La gerente del grupo de desarrollo rural Alto Narcea-Muniellos, Belén Liste, ha señalado en unas jornadas recientemente celebradas al respecto que el Suroccidente “aún no está preparado para combatir la nueva tipología de incendios que en la actualidad se están dando”. Señala que la despoblación, la acumulación de combustible forestal, el calentamiento global y la dispersión geográfica, hacen de los concejos de Degaña, Ibias y Cangas del Narcea, una de las zonas más afectadas por este tipo de incendios denominados de ‘cuarta generación’; fuegos más agresivos y más cercanos a los núcleos rurales.
Un equipo de trabajo conformado por el citado grupo de desarrollo Alto Narcea-Muniellos, los servicios de Emergencias de Cangas e Ibias y financiado por Caixabank, realizó un estudio que evalúa el estado de infraestructuras de prevención de incendios en 278 núcleos rurales de los 393 que reúne esta zona. Y en el mismo señalan: “Hemos conseguido una información precisa para que los bomberos sepan qué se van a encontrar cuando realicen una intervención”.
El 78% de los pueblos auditados no cuentan con ningún tipo de bocas de riego
Y agregan que los resultados son mejorables: el 78% de los pueblos auditados no cuentan con ningún tipo de bocas de riego. En 71 de estos pueblos existe el que denominan como `riesgo de interfaz´, es decir, riesgo para la integridad de sus habitantes en caso de incendio debido a la proximidad de la vegetación forestal a sus edificaciones. Y en diez, los vehículos de bomberos tienen problemas de accesibilidad. Según detalló Belén Liste, el grado de vulnerabilidad de la población suroccidental ante este tipo de emergencias, es elevado.
Al 65% de los pueblos, los bomberos tardarían en llegar más de media hora
El 70% de los 14.000 habitantes que suman estos tres concejos, superan los 40 años. En el 30% de los pueblos analizados existe población usuaria del servicio de ayuda a domicilio o dependencia. Además, al 65% de los pueblos, los bomberos tardarían en llegar más de media hora. El estudio señala que para solventar estas carencias se necesitaría un presupuesto de 189.141 euros. Los ayuntamientos de la comarca tienen la palabra.
