La DOP recogió un total de 87.735 kilos de uva
La Denominación de Origen Protegida “Vino de Cangas” ha recogido un total de 87.735 kilos de uva en la vendimia recién terminada. Son unos 11.000 kilos menos que los recogidos en 2021, aún cuando la cosecha de ese año ya había sido más baja que las de los ejercicios anteriores. La casusa: Una meteorología poco favorable para el desarrollo del fruto.
José María Martínez, el joven presidente del consejo regulador de la DOP ha señalado que el descenso en el cómputo global no fue muy drástico aunque reconoce que “con las nuevas plantaciones, deberíamos haber aumentado, así que el crecimiento que está viviendo el sector no se ve reflejado en estos datos de la vendimia”.
Los datos: el 57,7 por ciento de lo recolectado fue uva blanca de la variedad albarín blanco, y el 42,3% de negra, albarín negro, mencía, carrasquín y verdejo negro
Tras los inicios eufóricos de la temporada que apuntaban que en este año se podría alcanzar el récord de producción desde 2001, todo se fue torciendo. Y en junio se vino todo abajo. “Fue un mes muy inestable, con temperaturas altas y tormentas a diario, así que con esa humedad aumentaron los ataques de mildiu contra los que fue difícil luchar”. El presidente de la DOP asegura que “se perdió parte de la cosecha tanto en Cangas del Narcea como en Ibias, habiendo parcelas que se quedaron sin hasta el 90 por ciento de la producción. Fue una situación muy complicada”
Ante la compleja situación creada, el Pleno del consejo regulador se reunió el 1 de agosto con carácter extraordinario para declarar la excepcionalidad de la cosecha y permitir se sumaron trece nuevas parcelas pertenecientes a siete viticultores.
“Hubo ejemplares de oso y jabalí que entraron en los viñedos y fueron minando la producción”
Otro problema, denunciado también repetidamente por los productores este año fue el de la presión de la fauna salvaje, especialmente el jabalí y, en algunos casos, el oso. “Hubo ejemplares que entraron en los viñedos y fueron minando la producción”, cuentan. Es algo para lo que el presidente de la DOP pide “control” para que “la viticultura pueda subsistir”.
Pero no todo es negativo. La parte buena está en la calidad de la uva recogida, que ha sido “muy buena
