Administrados, administradores e ineficacia. El “Vuelva usted mañana” sigue en vigor
¡Ministración, ministración, ministración! Mascullaba cabreadísimo un paisano doblando de manera desordenada papeles y más papeles tras haber echado la mañana de oficina en oficina en Oviedo, y haberlo hecho el día anterior en la capital de su concejo y encontrare justo en el punto de partida: son todo sin resolver
Seguro que ustedes conocen más de un caso en que los retrasos o incompetencias de la Administración por nefas o por befas han acabado produciendo perjuicios irreparables tras múltiples gestiones internas o externas en la misma. El “Vuelva usted mañana” de Mariano José de Larra aunque adornado con un 2.0 tras el título, sigue aún completamente en vigor
Los encontronazos entre los asturianos y la burocracia administrativa no se han ido corrigiendo, sino que van cada vez a más. Hace pocas fechas, La Nueva España publicaba el caso de un empresario que había necesitado 18 años de trámites para poder comercializar legalmente su productos, unas simples galletas artesanos que pretendía comercializar en su propio restaurante. Para mear y no echar gota, amigos
La solicitud de licencias para obras relacionadas con el Camino de Santiago y que necesitaban el permiso previo de Patrimonio, produjeron un gran colapso en la Consejería de Cultura, hasta que ésta se vio obligada a dejar en manos de los ayuntamientos la concesión de las licencias menores.
Y aquí en Cangas estamos igual: gimnasio que pueden abrir por falta de licencias y la exigencia de papeles y mas papeles, pista de pádel que se gestiona y al año han de abandonarse los trámites ante la ineficacia municipal, licencias de nuevas naves ganaderas, apertura de pequeños negocios rurales, ampliaciones de establos o naves… pongan ustedes las que conocen y completarán la situación, ¡Papeles, papeles! ¡Faltan papeles!
Y es que el sistema organizativo potencia la fuerza del funcionariado hasta límites insospechados. Sepan ustedes que el problema que plantea la gerencia de los asuntos públicos el Gobierno, éste lleva años tratando de modificar la legislación relativa a la gestión y funcionariado reconociendo que tiene un grave problema pero ¡no sabe cómo resolverlo!
Una parte sustancial de ese problema proviene de la acción de ejecutivos, parlamentos, partidos políticos, asesores, expertos, sabios… que legislan “a toro pasado”, con desconocimiento de la realidad y dando solo importancia a la letra y al farragoso e incomprensible lenguaje administrativo.
Tengamos también en cuenta que la histeria desatada en torno a la corrupción ha creado una legislación que se excede en la vigilancia y los procesos y excita el celo de algunos jueces lo que provoca entre los funcionarios un clima de permanente recelo y de huida de las propias responsabilidades. El alto funcionario Antonio Arias Rodríguez, señalaba al respecto ” …hoy nadie se moja. No importa la eficacia del gasto. Los empleados públicos… intentamos hacer nuestra tarea… sin correr ningún riesgo. Si cae una ladera o un puente y deja cientos de vecinos incomunicados por carretera, nadie asumirá el riesgo de considerarlo una emergencia y verse después ante posibles responsabilidades o involucrado años después en un titular de prensa”.
Y unos y otros, administradores y administrados, vienen en conceder que el actual sistema no favorece, sino todo lo contrario, a los administrados, sea cual sea el nivel en el que éstos se encuentren, y precisan: “únicamente beneficia y está al servicio y comodidad de los administradores en el que se encuentran funcionarios de toda condición, sexo y ventanilla”’.
Pues, ustedes mismos