Sierra protesta por el estado de su carretera y amenaza con “tomar el Ayuntamiento”
Vecinos en la carretera
Los vecinos de Sierra y Ambres se han cansado. No se resignan a que sus pueblos caigan en la despoblación por mor del estado lamentable en que se encuentra la carretera que les une con la AS-15 y es su principal vía de vertebración y comunicación con la capital del concejo .
De la mano de la extremeña Angélica Baños, reunieron 80 peticiones vecinales dirigidas a la Concejalía de Urbanismo reclamando el inmeditao arreglo de la citada carretera. “La edil prometió llamarme, pero aún nada”, lamenta.
Llegó al concejo cangués hace un año desde Barcelona con su marido Javier Fernández, oriundo de la cercana aldea de Sillaso. La extremeña afirma que la calma que buscaban la han encontrado “parcialmente ya que la carretera me está empeorando la espalda. Sufro problemas lumbares desde joven. La extremeña reunió 80 peticiones vecinales dirigidas a la Concejalía de Urbanismo. «La edil prometió llamarme, pero aún nada», lamenta. Aseguran los vecinos que el problema de la carreta no es solo una cuestión de cemento, “habría que canalizar los arroyos, porque cuando se desbordan invaden el asfalto y las heladas lo quiebran”. Los 180 vecinos que suman ambas aldeas cuentan que por esta vía, de titularidad municipal, pasa diariamente una alta afluencia de coches, camiones, taxis, ambulancias y hasta un autobús escolar. «Estoy negra con esta carretera, la asistenta social está negra con esta carretera. Todos estamos negros con esta carretera”, se queja María del Carmen Menéndez, de 81 años.
Y aclaran: “En la época del alcalde José Manuel Cuervo nos daban los materiales y arreglábamos nosotros las carreteras, ahora no nos dejan tocar nada», Y otro vecino añade: “Llevan tres mandatos que no hacen nada, solo cuando pasa el rally, y entonces únicamente la bachean”.
Los vecinos de Sierra advierten de que si no reciben contestación a las ochenta quejas, se personarán en el Ayuntamiento, quizás emulando a su antepasados que lo tomaron en desacuerdo con la subida de impuestos.