Un Viernes Santo de hace 21 años según Á. Álvarez
FOTO. La fotografía que acompañaba al artículo
Cada año, cuando llegan estas fechas, se abre la primavera y dejamos atrás el Domingo de Ramos, acude a mi mente la imagen de mi colega, corresponsal de prensa que fue durante muchos años, Ángel Álvarez, Dupont.
Al igual que no me he perdido Descarga alguna desde 1.972, sí lo he hecho con la Semana Santa, época en la que solía viajar a Madrid o Extremadura a visitar a nuestras familias. Quizá por ello, y porque José María, nuestro director, no era, ni es, muy amigo de celebraciones religiosas, cuesta trabajo encontrar en La Maniega referencias a esas fechas. Quise ver cómo era la Semana Santa canguesa hace veinte años y encentré la referencia en la de marzo-abril del 2001. Como ocurrió a los largo de casi todo sesos años, la crónica corresponde a la procesión del Santo Entierro, debilidad del amigo Ángel, y cuya redacción repetía casi en su integridad año tras año, (en La Maniega y La Nueva España) con lo que prácticamente podíamos recitarla todos cuantos le seguíamos.
De todas formas quiero traer hasta aquí, para recuerdo de unos, y conocimiento de los más, la crónica antes señalada y que él tituló “Cinco siglos del Santo Entierro”
Dice así:
“La Semana Santa canguesa recibió a cientos de personas que pudieron presenciar unos actos religiosos en diversas parroquias, todos ellos muy antiguos y espectaculares, además de disfrutar de unos días con un buen tiempo y una naturaleza espectacular por estas fechas.
Los acatos religiosos principales se celebran en la parroquia de Santa María Magdalena de Cangas del Narcea, con una procesión del Santo Entierro que fue seguida por cientos de personas.
La festividad de Viernes Santo comenzó con un viacrucis a las doce de la mañana. A las cinco de la tarde se celebró la liturgia del Señor, que tuvo su culminación con la procesión del Santo Entierro, una de las más antiguas que se celebra de manera ininterrumpida en toda Asturias y que data del siglo XVII”
Abro aquí un paréntesis para señalarles que el resalte en negrita es cosa mía por cuanto quiero hacerles ver que ésta era esencialmente una de las frase que inevitablemente aparecía en la crómica año tras año y que después seguiría repitiendo su hijo Jano unos pocos años más.
Seguimos:
“En principio un Cristo que se conserva en la actualidad, era desclavado y posteriormente depositado en una urna de esa misma época y llevado en procesión. El desenclavado se perdió con los años, así como el Santo Encuentro que se celebraba el Jueves Santo.
Ahora se saca en procesión un Cristo yacente depositado en una urna de cristal que es seguido por la Virgen Dolorosa, que viste por cuarto año consecutivo un humoso manto adquirido con fondos de la Asociación de Camareras de la Virgen del Carmen y bordado en oro por las Madres Dominicas del convento de la Encarnación de la villa canguesa.
La comitiva partió de la basílica precedida por una cruz de madera con el Santo Sudario y tres bandejas repujadas en plata con los escudos del arzobispo cangués y fundador de la basílica Fernando Valdés. (Otra de las frases que repetía cada año)
Después de recorrer varias calles de la villa regresó a la plaza de la basílica donde se cantó la Salve.
En Besullo se celebró la tradicional fumaza del Sábado de Pascua que finalizó con el reparto del bocho.”
Vaya con este artículo conmemorativo un especial recuerdo al amigo y compañero