Cínico y cinismo. Los de ayer y los de hoy. Los ejemplos los pone usted
Es más que seguro que todos hemos oído, y empleado, la palabra cínico. Incluso la hemos utilizado como calificativo despectivo o acusativo hacia alguien. Y todo apunta ha que se ha instalado en nuestro mundo actual como “actitud política”, como algo positivo y perfectamente justificado y utilizable en cuanto sirve a los intereses, especialmente políticos, de alguien.
Pero veamos cómo define el diccionario este vocablo:
Cínico: Dicho de una persona: Que actúa con falsedad o desvergüenza descaradas
-Persona que se comporta mal sin avergonzarse ni disimularlo.
Demos un paso más:
Cinismo: Actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación.
En definitiva, el término permite hacer referencia a la impudencia, la obscenidad descarada y la falta de vergüenza de algunos a la hora de mentir o defender acciones que son condenables.
Pero también es: Doctrina filosófica fundada por Antístenes (siglo V a. C.) que se caracteriza por el rechazo de los convencionalismos sociales y de la moral comúnmente admitida.
Luego la palabra no nació como un concepto negativo ni mucho menos. Lo que ocurrió, como tantas otras veces, y esencialmente en la actualidad, es que la palabra se prostituye, o se la prostituye interesadamente, y acaba adquiriendo un nuevo significado, incluso un actitud que se intenta dar a entender es “positiva”. Aunque esto es así si el cenismo soy yo el que lo práctico, si es el otro entonces recuperará de nuevo su actitud negativa.
El adjetivo cínicoprocede del griego y significa “perro”, denominación atribuida a sus seguidores debido a su frugal modo de vivir. Los cínicos consideraban que la forma de vida de su época era un mal y que la felicidad venía dada siguiendo una vida simple y acorde con la naturaleza. El hombre llevaba en sí mismo y a los elementos para ser feliz y conquistar su autonomía; era de hecho el verdadero bien. De ahí el desprecio a las riquezas y a cualquier forma de preocupación material. El hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz.
Fíjense como empezamos y donde hemos terminado
Aquellos individuos aspiraban a identificarse con la figura del perro, por la sencillez y desfachatez de la vida canina. Usaban barba, llevaban alforja y cayado, practicaban juegos de palabras a manera de metodología: a aquellos que proponían ideas y teorías incomprensibles, ellos ponían el gesto, el humor y la ironía.
Los cínicos tomaron como modelo la naturaleza y los animales; invitaban al alboroto de toda sepultura.
Con el tiempo, el concepto de cinismo fue mutando, y hoy se asocia a no creer en la sinceridad o la bondad humana, ni en sus acciones, a afirmar una cosa y a realizar la contraria; a defender hoy un pensamiento y mañana el contrarío sin tan siquiera sonrojarse, e incluso negar al otra día, con una amplia sonrisa en la cara, haber efectuado ninguna de las dos. Y ello viene a convencernos de que efectivamente cínico y perro viene a ser lo mismo.
Y un ejercicio: les propongo pongan nombre a un representante de aquellos cínicos griegos y otro al cínico actual.