Inmaculada: La mujer del tiempo en Allande
Inmaculada Fernández Prada llegó hace cuarenta años desde Madrid al Suroccidente asturiano. Siguiendo la tradición de su suegro se convirtió en observadora meteorológica. “El era quien se encargaba de la medición de la lluvia, una labor que realizaba desde los años setenta”, Lo hacía en Salcedo, en Allande. De él aprendió y él le cedió el testigo en 2002. Desde entonces viene recopilando la información meteorológica gracias a diferentes instrumentos de medición que le proporcionó e instaló la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su domicilio.
Inmaculada señalaba a los distintos medios su labor; “tomo nota de los diferentes fenómenos atmosféricos: lluvia, nieve, niebla, rocío, escarcha y granizo. Todos, a excepción del viento”, explica. Con un pluviómetro mide la cantidad de agua caída y desde 2019, con un nivómetro, el espesor de la nieve. Y los datos los va apuntando en la cartulina que mensualmente le envían desde la Aemet. Su labor es totalmente altruista y la agencia le ha querido reconocer su colaboración incondicional.
Coincidiendo con la celebración del Día Meteorológico Mundial, el delegado territorial de la Aemet en Asturias, Ángel Gómez, se desplazó a la localidad allandesa para hacerle entrega de un diploma además de tres atlas editados por la agencia.
Inmaculada asegura que en este tiempo ha visto muchas cosas cambiar, tanto en los datos que registra como en la manera de hacerlos llegar. “Mi suegro mandaba las tarjetas por correo ordinario; yo las envío por correo electrónico”. En su caso, prefiere el modo analógico para el día a día debido a que “el fichero electrónico tarda varios minutos en abrir. Internet no funciona igual aquí que en la ciudad”.
