Adviento para los menos, cuaresma para los más
Mañana se celebra el IV domingo, el último, del tiempo de Adviento.
En el mundo cristiano, prácticamente en toda Europa éste es un tiempo de reflexión y espera, de esperanza y de vigilia; de reuniones familiares. Con particularidades litúrgicas propias, prácticamente todas las Iglesias cristianas históricas celebran este tiempo: la Iglesia Católica, la Comunión Anglicana, la Iglesia Ortodoa, las iglesiasias protestantes (luterana, rebiteriana, metodísta. morava, etc) y la Iglesia Copta , entre otras
¿Y a cuenta de qué viene esto? Por algún extraño mecanismo me viene a la mente lo de “espera y esperanza” que tal tiempo señala. Y es que amigos, tal me parece que ha ya tiempo nosotros, el paisanaje de a pie, la gente que decían los otros, ya sea de aquí, de allá o de acullá, nos encontramos en un continuo Adviento. Pero con una diferencia: en el cristiano, en el tradicional, tras la espera y esperanza, aparece siempre la Navidad, la Natividad, el inicio de una nueva vida en un nuevo año de ilusiones y futuro
En nuestro Adviento real y de día a día, no ocurre. Vamos de adviento en adviento en resignado silencio. Nos dicen que ya está cerca una nueva vida, una nueva Navidad que, año tras año, nos repiten que ya hemos dejado atrás la pandemia, que estos son los últimos coletazos, que estamos saliendo reforzados, que nadie se queda atrás. No ocurre tal, y al año siguiente, en un nuevo Adviento, nos repiten la misma cantilena con cerrados aplausos de los correligionarios puestos en pie tras dejar la realidad y la reflexión en las puertas del Parlamento
Y nos señalan que estamos ya en el último Adviento, que el renacer se acerca. Y sigue subiendo el paro, especialmente entre los jóvenes, y suben también, las gasolinas, y el gas, y los transportes;y los libros, y la inflación, y los enfrentamientos, y la palabrería hueras y los discursos huecos…y el pan, y la leche, y las verduras y el pescado, y las deudas pública y privadas, y el egoísmo, y el engaño, y el cambiar votos por dineros, y el otorgar beneficios a los amiguetes ocultos en rimbombante definiciones. Y baja, bajan sobre todo los sueldos y las esperanzas.
Mañana, domingo, termina el tiempo de Adviento y comienza la Navidad. Pero estoy convencido de que, para el común de los mortales no será así, y mucho me temo que, a corto plazo, no tendremos renacer de nada, más bien seguiremos viviendo en un tiempo de pasión y penitencia, pese a que nos sigan repitiendo que es otra vez Adviento y que están a punto de llegar los nuevos tiempos, una nueva Natividad para todos.