Deprisa, deprisa

Deprisa, deprisa

Permítanme la pedantería: “Tempus fugit”, sentenciaban los latinos ante el paso fugaz del tiempo. El tiempo vuela, diríamos nosotros en traducción correcta. Los días escápanseme a toa leche, diría Xuan en su particular traducción. En general convendríamos en que el tiempo se nos escapa sin que haya medio alguno de relativizarlo, frenarlo o acelerarlo, de una u otra manera. Y en estas épocas que nos ha tocado vivir, aún más

Esta reflexión surgió tras apreciar como allá a principios de octubre, un vecino de Cangas pidió una papeleta de la lotería de Navidad de una Peña y se encontró con una inesperada respuesta: ya no queda. El caso es que ya a principios de septiembre se ofertaban décimos en El Acebo. Lotería navideña en verano.

-Mera, andas atrasado, me dicen en la tertulia de mediodía. Acércate a cualquiera de las superficies comerciales y verás como ya están el turrón y los mazapanes colocados en todos los lineales. ¡Hay que amenar!

Y tanto que amenamos. En esos mismos días veo en la tele como se presenta la moda `primavera-verano´ del año que viene, justo cuando comenzamos a entrar en el otoño.

¡Deprisa, deprisa!, parecen decimos desde todos los puntos. ¡No te quedes atrás! Corre, agiliza, no pienses; tú actúa y amén. Y me temo que lo consiguen. Y allá que vamos sin pararnos a analizar ni pensar nada. A correr y correr. Y a comprar los libros de texto nada más iniciarse las vacaciones de verano. Y a mercar la ropa de invierno a mediados de agosto junto con los décimos de la navideña lotería. Y a comprar los billetes para el puente de mayo al iniciarse las Navidades; y programar las vacaciones de éstas nada más volver de las veraniegas. ¡Deprisa, deprisa!

Y el tiempo se nos va como arena entre los dedos. Y vivimos ya el mañana en el hoy, y el verano en el invierno, y la primavera en el otoño. Y ya es El Carmen en febrero, y San Roque en marzo, y El Avellano también. Y con los últimos voladores del verano encendemos las luces navideñas.

-¿Pero qué dices abuelo?, me interroga mi nieta con cara de asombro.Hay veces que en pasar de lunes al vienes se tarda tanto como si fuese un año.

Es la relatividad del tiempo en cada periodo de la vida

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R. Mera