En Berzocana vamos a enraizarnos de nuevo
Pues me gustaría mucho enraizarme. Bueno, enraizarme aún más. Bien es cierto que me pilla un tanto a trasmano el hecho, pero me haría especial ilusión el acudir a Berzocana. Esto me hace siempre ilusión, pero en este caso aún más.
Tomar unos vinitos o unas cervezas, según gustos y caprichos, por los bares de la Plaza y, seguidamente, irte a cantar, a cantar o a aprender. Y hacerlo buscando notas y letras entre las raíces de la patria chica, entre los caminos, las vereas y los alcornocales.
-Por tres perras chicas se sube al balcón
se come y se bebe y se ve la función
y el que nos la tiene no sube al balcón,
ni come ni bebe, ni ve la función
Y quedarán tintineantes entre tejados y canchos los ecos de bandurrias y laudes y el contrapunto del bordón de la guitarra. Y desde los tejados caen las notas sencillas y entrañables del acordeón de botones de tía Pura
Y atascado en el Colaillo´ el rio el tremolar de una pandereta encintada.
Y nos enraizaremos otra vez con los vientos y sones que se desprenden de las Villuercas, o los que llegan impregnados de olores de cabras y ovejas desde los Ibores. Y alzaremos los brazos con soltura mientras inténtanos trenzar con los pies pasos imposibles de jotas de siempre que se nos han ido entre el polvo de la menonia y las corrientes rápidas del tiempo
Pero nos enraizaremos de nuevo
Y después, sentados en la Plaza, nos reiremos de nuestras demostradas torpezas y nos enorgulleceremos de nuestra ilusión y cariño por lo nuestro
Desde Asturias: Pepe Lutrera