Vendimia: Se esperan 120.000 kilos de uva de las diversas variedades
Con septiembre llegando ya a su final y octubre llamando a las puertas del calendario, la vendimia se asoma tímidamente al Suroccidente asturiano.
Como es tradicional, las viñas ibienses dieron la señal de partida de una forma tímida e intermitente; poco apoco y con algo más de retraso han comenzado a hacerlo las canguesas. El proceso de acelerará una vez que octubre comience a descontar días y las fechas se acerque al día 12, cuando comienza a acelerar las integradas en la DOP. Estos inicio están considerados normales por los viticultores que considera el proceso se ha iniciado dentro de las fechas consideradas tradicionalmente como normales, “quiás ligeramente un poco más tardía”
El presidente de la DOP y viticultor, José María Martínez, señalaba al respecto que la lluvia y los días nublados de los últimos 15 días no han favorecido la maduración de las uvas, lo que ha ido retrasando el momento idóneo para vendimiar. “El tiempo es el que manda, el que nos da y nos quita y como vinieron estos 15 días de lluvia se paró un poco la progresión que debería de llevar para completar maduración antes”, explicaba.
La bodega La Verdea fue una de las que aprovechó el intervalo de buen tiempo de algunos de los pasados días para dar comienzo a la recogida de sus primeras uvas. Lo hizo en un terreno situado a pocos metros de la bodega que se caracteriza por su suelo pedregoso y por estar dispuesto de cara al sol, lo que hace que sea uno de los primeros en madurar. Su propietario, Luciano Gómez, explicaba que este año comienza la cosecha más tarde que los años anteriores, casi dos semanas de retraso respecto al año pasado
La cosecha viene a definirse como “muy buena”
La cosecha viene a definirse como “muy buena” algo, argumentan los cosecheros y bodegueros, que compensa el año complicado al que tuvieron que hacer frente con heladas en primavera y lluvias durante la floración. “En abril vinieron unas heladas que hicieron mermar la producción y cuando la vid estaba en flor no paraba de llover, cuando necesitábamos que viniera sol, nos venía lluvia, lo que también provocó la aparición de enfermedades”, se quejan.
Gómez precisa que aunque no aumentará la producción con respecto a años anteriores al menos cree se podrá mantener la cantidad vendimiada el año pasado, calculando que, si todo sale según lo esperado hasta finalizar se puedan meter en bodega unos 15.000 kilos de uva, “cantidad insuficiente pero de muy buena calidad”
“Las heladas de abril hicieron “mucho daño” y algunas parcelas resultaron muy afectadas”
El presidente de la DOP reconoce que las heladas de abril hicieron “mucho daño” y aunque aún es pronto para determinar exactamente lo que supondrán en el cómputo total de la producción, sí reconoce que algunas parcelas resultaron muy afectadas. Otro de los momentos de tensión que vivieron los viticultores este año llegó en junio, cuando el sol se resistió y las lluvias fueron las protagonistas día tras día.
José María Martínez no se atreve a realizar una estimación de la cantidad de uva que podrán procesar este año las bodegas enmarcadas en el sello de calidad. Tras los inconvenientes registrados durante el año espera que la incorporación de nuevas parcelas sirvan para compensar las pérdidas de fruto y hagan que la producción de la DOP se mantenga como años anteriores, con unos 120.000 kilos de uva metidos en bodega. En la actualidad, en la DOP se hallan integradas ocho bodegas: Monasterio de Corias, Antón Chicote, Vidas, Vitheras, Señorío de Ibias, Las Danzas, La Verdea y Siluvio, que se unió este año; además cuenta con 48 viticultores y 55 hectáreas de viñedo.
El exigente trabajo manual que requiere la recogida de uva en las zonas de montaña, y el respeto a los tiempos de maduración de las diferentes variedades, son las características que hacen que se deban contar con varias semanas para poder dar por finalizado el trabajo.
