“Y´el daoporculo éste sabe”
La portada del libro
Manolo Cano presenta su libro de fotos
Mañana, sábado, me gustaría especialmente estar en Berzocana. Y hacerlo a la hora mágica en la que brillan las estrellas y el perfil de los canchos rompe el horizonte cortando su luz y dibujando las crestas contra el cielo. Estar en ese momento en que una estrella fugaz pasa cruzando de las dehesas a los canchales dibujando sobre el firmamento un trazo de pintor loco. Porque estoy convencido de que en ese momento, y más de una vez, ha habido una cámara prepara, lista, ya; para captar el instante en todo su esplendor: la de Manolo Cano. Como también tantas veces ha hecho con los relámpagos que, en las noches veraniegas, cercaban la torre amenazando echarla abajo o iluminándola de mezclas de naranjas, rojas y amarillas, mientras se acentuaba el fondo negro del pueblo.
Y es que Manolo, en ese día y hora en el inicio dibujada, presenta a sus paisanos su libro. Un libro de momentos captados en la belleza que portan y que Manolo sabe ver y fijar para el posterior deleite de todos nosotros. Un hacer de un autodidacta apasionado de la fotografía
Y por eso me gustaría estar allí físicamente, para arroparle e instarle a seguir adelante, que éste libro no sea el primero. Y digo físicamente porque de alguna manera sí estaré.
Mira Manolo: cuando ya estés terminando tu presentación, mira disimuladamente hacia arriba, hacia el álamo que está junto al quiosco. Y allí nos verás. Al de los pecaos y a mí. Y hasta puede que aislándote un poco del bullicio nos oigas.
-¡Coño Lutrera!, también está aquí!
-Siéntate aquí anda
-¡Me voy a cagá en tó.¿Has visto el cabrón de mi hijo la que nos está liando con las putas fotos? Con lo bien que estaba yo ahora en casa. ¡Hay que jodese! ¡Échate p´allá!
-Anda, que en el fondo estás bien orgulloso
-Bueno…; el caso es qu´el daoporculo d´el sabe hacerlo. Y sí, estoy orgulloso,joerr, ¡y tú chitón!. ¡El Lutrea éste de los cojones!
Y echándome el brazo por los hombros verás que sonrie ampliamente
-Y encima nuestros hijos y nietos siguen siendo amigos como nosotros,¿eh?
Parpadeaste un momento y ya nos habíamos ido.
Toda la suerte del mundo para ti