Allande.- Se cobran un jabalí de más de 145 kilos
El pasado día 5 de abril, la revista “Caza y Safaris” se hacía eco de la caza en Allande de un gran jabalí de unos 140 kilos de peso. La información la había remitido a la revista su colaborador, Fernando Menéndez Fernández, “magnífico cazador, fotógrafo y cámara”,. La pieza fue cobrada el pasado 12 noviembre de 2020.
Explica el reportaje que era jueves y que había pocos cazadores para cubrir la mata, “por lo que cerraron el valle lo mejor que pudieron”.
Pero todo, señala, “salió a pedir de boca, el rastro fue bueno y se cazó un jabalí tremendo, seguramente próximo a los 100 kilos de peso… El afortunado cazador fue Javier Álvarez.
Al final, la mañana había sido fructífera, y como el cupo era de dos jabalíes, se planteó dar por terminada la cacería…pero, uno de los cazadores, Fernando, convenció a la cuadrilla para meter otra vez los perros, “por si acaso”. Hizo bien, y los cazadores se quedaron en sus puestos.
“¡Un ejemplar ibérico auténtico y salvaje, por muy albar que sea, algo totalmente excepcional!”
“No se equivocó Fernando, con el movimiento de los perros para volverlos a meter, José Luis Menéndez Álvarez le avisó que había visto un jabalí descomunal pasar por debajo de un canchal. El monstruo, una bestia parda, salió tranquilo a la línea de rifles. Sonó un disparo, tronaron las emisoras, ¡ya está el cupo hecho!.¡Es un monstruoso, es un monstruo… descomunal!”.
Y continúa asó el relato: “El lance fue precioso, el cochino asomó a un claro del monte y a unos 150 metros, el presidente de la cuadrilla, Antonio Menéndez Fernández, más conocido por todos como Cano, acertó al enorme jabalí en la tabla del cuello con su 7 mm Rem Mag. El coloso no sufrió, y se quedó al disparo.
Se felicitaba la cuadrilla de Cano cuando por fin juntaron ambos jabalíes, el ‘pequeño’, de unos 100 kilos, y el grande de… pufff, difícil saberlo a ojo, turno para la romana. Aunque costó muchísimo trabajo juntar los dos verracos en un lugar accesible, fue, sin duda, una batida para el recuerdo.
Habló la romana con el ‘pequeño’: 101,5 kilos, ¡el ‘pequeño’! Por cierto, tenía unas navajas tremendas”.
Llega el turno para el más grande y resulta que la romana no alcanza solo llega hasta los 130 kilos. Los cazadores estiman que, como mínimo, le faltaban 12-15 kilos. Posteriormente se confirmó que el animal pasaba de los 145 kilos.