Un técnico de navegación conecta Carballo a la red y se aposenta en la localidad
Vista Carballo
Un robot que recolecte los arándanos sin dañar la planta es posible
Diego Alonso, técnico de navegación aérea llegó a la localidad canguesa de Carballo en plena pandemia con la intención de quedarse y teletrabajar. No pudo ser, las comunicaciones eran prácticamente inexistentes.
No se arredró y se puso manos a la obra. Había que conseguir conexión a la Red, sino era imposible seguir.
Cuenta Diego que se le partió el alma al ver como una niña, portátil en mano, subía hasta el cercano pueblo de Las Tiendas para poder acabar sus deberes. En Caballo era imposible. La solución, al menos vía administrativa, no la veía rápida en absoluto. Había que hacer algo.
Y lo hizo: creó Conecta Narcea, un proyecto para que todos puedan conectarse a la red.
Pero antes de seguir les diré que me llamó especialmente la atención el hecho de que no se fijó solo en los niños, sino también en los mayores y sus distintos problemas y así se propuso hacer más fácil la vida de un productor de arándanos vecino del pueblo cangués de Vidal. Y decidió, con la ayuda de sus drones, recopilar toda la información posible para, con ella, dar vida a un robot, robot que habría de “ser capaz de segar con la precisión adecuada la finca de arándanos sin dañar a las plantas”, Ello sería una gran liberación para el productor.
Diego se propuso también conectar la zona a la red.
“La conexión es imprescindible para iniciar un proyecto vital y sumar más familias al mundo rural”.
Comenzaría con Carballo, donde vive y del que es natural su mujer Laura Rodríguez. Seguir después con las necesidades de todo un valle de Cibea. Una vez conseguido sería el momento de emprender, tanto él como el resto de vecinos que a ello se pusiesen, algo, asegura, “imprescindible para iniciar un proyecto vital y sumar más familias al mundo rural”.
Alonso explicó al diario El Comercio como su misión no va más allá de instalar una antena que funciona como router que, a su vez, conecta con un repetidor wifi. Y aclara: “Es un enlace que transporta un ancho de banda para que llegue al cliente. Funciona como radioenlaces punto a punto. Logras una velocidad muy buena. Es un cambio como del día a la noche”.
Es consciente de que estas instalaciones no le garantizarán unos ingresos de por vida. Aun así, afirma, que lo que hace es “una causa noble. Yo me puedo quedar aquí y mis vecinos disponen del recurso”, sostiene. “No optó a ninguna subvención, pero creo que hacen falta incentivos”. Apuesta por la energía fotovoltaica y asegura que “de Carballo no nos vamos ni de broma, algo que ratifica su mujer, Laura Rodríguez, a cargo de la parte administrativa y de marketing de la empresa. Su base de operaciones está en la Casa Marroncín de Carballo.
NOTA de Diego Alonso
Hola, gracias por el artículo, quiero puntualizar que soy un instalador que tuve la suerte de encontrar a una organización asturiana que accedió sin pensárselo dos veces a traer su servicio de internet al valle de Cibea cuando se lo propuse. Yo hago las instalaciones de los usuarios bajo ciertas especificaciones pero son ellos quienes prestan los servicios de internet. Estamos esperando con entusiasmo a que se despliegue la red en el valle, ya que aún se encuentra en una fase de planificación.
