La foto y su pie.- Sombras y luces del ser y el sentir
FOTO: Nines Díaz
Llegando desde los cuatro puntos cardinales, las sombras han abrazado al pueblo. Y las casas se han apiñado aún más bajo la mole protectora del templo. Se han ido difuminando los contornos y tan solo la línea de la Sierra marca el límite entre la tierra y el cielo.
A uno y otro lado, las ramas de los arboles hacen centrar la mirada del espectador en el resaltante perfil de la iglesia.
Y negándose a ser engullido por las tinieblas, el pueblo ha encendido sus luces. Y entonces ha acudido rauda Nines, la alcaldesa, a recoger el momento y a hacerlo llegar a todos aquellos que añoran cada día el pequeño rincón de sus orígenes y esperan, cada vez más impacientes, que se abran caminos y carreteras para poder llegarse en busca del aire puro y confortante que sopla desde los canchos buscando encinas y alcornoques.
Y juegan entre sí las distintas tonalidades eléctricas dando un aire distinto a cada barrio, a cada rincón. Y es ese momento cuando uno cierra los ojos y deja que en su ser se mezclen todas la sombras y luces de su vida aldeana.