Fauna y flora en peligro en Asturias
La autovía del suroccidente, la ampliación de Leitariegos y las minas de Degaña entre los agentes más peligrosos
Veinte especie de fauna y 63 flora están catalogadas como protegidas en Asturias y corren el riesgo de desaparecer por la presión de la actividad humana, según advierte la coordinadora Ecoloxista d’Asturies con motivo de la celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica, que se celebró el pasado 22 de mayo.
Según esta organización ecologista, la política autonómica amenaza a los mayores tesoros ambientales del Principado “con agresivas actuaciones que tienen impactos severos en estos delicados ecosistemas”. Como ejemplo, la Coordinadora señala en un comunicado que una especie tan emblemática como el oso pardo sufre una “fuerte presión, a pesar de los publicitados signos de recuperación, por la enorme carga que suponen las infraestructuras previstas en su área de influencia,.
Proyectos como la autovía o carretera verde de Cangas del Narcea a Ponferrada, el embalse de Caleao, la ampliación de estación esquí de Leitariegos, la ampliación de la mina de oro de Belmonte o la de carbón de Degaña, junto a la reapertura de canteras y la realización de pistas de montaña en toda la cordillera ponen en peligro a esta especie.
Según los ecologistas, decenas de los incendios que cada año sufre Asturias son provocados y afectan a zonas oseras que también se ven afectadas por el furtivismo.
El urogallo, según la coordinadora, es otra especie “en fuerte peligro de extinción” y cuya población se está viendo afectada por la pérdida de hábitat asociada a la apertura de pistas o proyectos como la línea eléctrica Lada-Velilla.
En cuanto a la flora, la coordinadora advierte de que existe un riesgo manifiesto que afecta a varias especies acuáticas y de litoral, debido a las diferentes iniciativas de urbanización costera.
Así, asegura que hay lugares amenazados como las dunas del Monumento del Espartal, en Castrillón, la Turbera de Dueñas que es Monumento Natural, en Cudillero, el paisaje protegido de la costa del Occidente y del Oriente, la Reserva Natural de la ría de Villaviciosa, y las rías de Navia y Avilés.
Las canalizaciones de los ríos, con 35 proyectos avanzados en Asturias para los próximos años por parte de la Confederación Hidrográfica son, según esta organización, una forma de eliminar “una gran parte del importante bosque de ribera, bosques que poco a poco desaparecen por estas innecesarias obras hidráulicas”.
Los valles de montaña están amenazados por grandes obras como los embalses de Caleao y Agueria, las minas a cielo abierto y los rellenos de las grandes obras y escombreras.