Píldoras publicadas en Octubre

Les agrupamos las píldoras publicada durante el pasado mes de octubre

-Y dijo Benavente: “Si la gente nos oyera los pensamientos, pocos escaparemos de estar encerrados por locos”. Y hasta tendrá razón

-Vocero de la propaganda de su partido, el exabrupto era su forma de comunicación oral y el vómito el de la escrita. En la Red tenía olorosas diarreas cotidianas.

–Los talibanes de lo políticamente correcto, oportunistas de ambos sexos, no viven de su trabajo, sino de juzgar el de los otros

-Algunos individuos (e individuas) han hecho de las Redes su particular vomitorio, e incluso cuando defecan se jactan de limpiarse con los dedos.

-La nueva palabra “monomarental” no existe, aunque así lo quieran, e intenten justificar su uso, las feministas y los defensores del Lenguaje políticamente correcto. “Parental” no tiene nada que ver con “padre” sino con “progenitores” (parentalis) por lo que se refiere al padre o la madre indistintamente.

-Mucho más contagiosa que el Covid es la tontería; dada su expansión creo que deberíamos aislarnos

-Ya pueden andar los jueces con cuidado, sus sentencias pueden herir alguna sensibilidad… y ya verá tú

-No hay por qué tener miedo al futuro económico ni laboral. Lo enfrentaremos desde el punto de vista progresista de “la transición ecológica” y “la perspectiva de género´.”Está clarísimo. ¿Alguien tiene mejor proposición?

-Tras oír a Ábalos y Celaá queda todo claro.

¡Pero qué mal, qué mal, gobierna la oposición!

-¿Pero que habremos hecho, Señor, para merecer estos políticos que tenemos?

Y Xuan contestó con calma y sosiego:

-Votarlos, Luisa, votarlos.

-Creo que la realidad está en la calle, la ficción y la utopía en los Parlamentos

PÍLDORAS LINGÜÍSTICAS

–Galapagar. Sitio donde abundan los galápagos

Galápago. Reptil quelonio con la concha muy dura.

(No me sean ustedes mal pensados)

Maniqueo.- Dícese de aquel que no rebate la opinión de su interlocutor, sino que lo acusa de algo absurdo o necio que incluso no ha dicho ni hecho para darse el gusto de rebatirlo entre los aplausos de sus incondicionales.

Muy abundante entre la clase política aunque también se da en otros estamentos.