Hoy, la Noche de San Juan
Para muchas poblaciones asturianas, y no asturianas, como en la región levantina, la Noche de San Juan, ésta que hoy nos llega, y el amanecer del día 24, conllevan un instante mágico. Las circunstancias ligadas a esta noche en Asturias están bastante generalizadas y extendidas en toda la región, aunque con menor intensidad en este suroccidente. De los muchos elementos que toman parte en ésta noche folclórica con sus ramos, hogueras, canciones, hierbas, flores… destaca la importancia del agua.
La noche de San Juan y sus rituales se multiplican en Asturias. Las fuentes se enraman y se llenan de flores y velas, las brujas aparecen y se esfuman…Y proliferan hogueras o fogueras por todo el paisaje asturiano, tanto en la costa como en la montaña, en las ciudades como en las villas y pueblos. Hay hogueras pequeñas y familiares, y las hay grandes y espectaculares…
Es esta noche mágica la más corta del año y se nos presenta llena de rituales. Es la fecha en que la Iglesia vino a celebrar la cristianización del solsticio de verano conmemorando a San Juan Bautista
Y así esta noche se rinde culto no solo al santo sino que, fundiendo lo cristiano con lo pagano heredado de la noche de los tiempos, se rinde también culto a:
El Sol, con la hoguera que es nutridora del sol, en creencia pagana. Es la práctica más afincada; a su alrededor se salta y baila hasta que amanece. Se quema lo antiguo y se da paso al futuro.
Al agua. Se considera que a partir de las doce de ésta noche, el agua está bendita, es milagrosa, cura enfermedades y proporciona la felicidad. En algunas localidades era costumbre el tirar el carro al río. Es símbolo de amor.
A los vegetales. Se coge el trébol y los mozos ponen el “ramu” en la puerta de las casas de sus novias. Se enraman balcones. La tierra es símbolo de fertilidad.
El aire. Nos da la vida y se invoca al bailar la danza prima, que se realiza en círculo.
Entre los muchos antecedentes paganos de esta festividad podemos recordar la celebración celta del Beltaine, expresión que podemos traducir por “fuego de Bel” o “bello fuego”, que se realizaba el primero de mayo y era un festival anual en honor del dios Belenos. Durante su celebración se encendían hogueras que eran coronadas por los más arriesgados con largas pértigas; nuestro actuales saltos sobre aquellas.
Las costumbres de los druidas que hacían pasar el ganado entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades a la vez que rogaban a los dioses que el año fuera fructífero. Para ello solían sacrificar algún animal de modo que sus plegarias fueran mejor atendidas.
Pero no solo eran nórdicos estos antecedentes.
Las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador. (Otras vez el fuego)
Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra, Minerva, unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas y, fíjense, ya por entonces, se atribuían propiedades medicinales a la hierbas recogidas en aquellos días.
Y también existen múltiples creencias para esta noche:
La moza que beba agua bendita por San Juan, se casará y tendrá un hijo el primer año. Y así se señala en el romance “Mañanitas de San Juan”:
Bien venida la doncella
que viniese aquí por agua;
que si del agua bebiese,
muy presto será casada.
Al fuego se tiran los deseos malos, y las flores llamadas “sanjuanines” se toman después de medianoche pidiendo los buenos.
El temor a la muerte real del astro rey y a su total desaparición hizo surgir en torno a estas fechas innumerables ritos paganos cuyas reminiscencias han llegado hasta la actualidad celosamente guardadas por brujas y santeras, herederas de los conocimientos y celebraciones de culturas como la celta .
Y así, según cuentan, las xanas se dejan ver ésta noche, salen de las fuentes y de las cuevas para peinarse y ofrecen sus tesoros a las personas que las desencanten. Por el contrario, el cuélebre pierde todos sus poderes y baila al Sol recién aparecido.
Buenas tardes y feliz noche de San Juan en el recuerdo de las fiestas del Corral que retomaremos con fuerza al año que viene
