La foto y su pie.- “Uñas al guarro”
Centra el botijo la foto. En la calle ya se ha hecho de noche y la pareja se afana sobre un cochinillo. Un guarrino que dirían mis paisanos de Berzocana o de cualquier otro lugar de Extremadura.
Ese día cambié el boli por el cuchillo con mucha más torpeza en su manejo y solución final. Mi padre da las instrucciones y yo intento ejecutarlas sin mucho éxito vista la calificación final que mi madre nos puso a ambos: inútiles.
En un primer vistazo parecemos expertos. Las posturas se adecuan al especial momento, pero el desaguisado del cuchillo fue monumental. El lechón llegó a casa porque le tocó a mí padre en un sorteo en el bar de Balores y, aunque llegó limpio, no hubo más remedio que meterlo mano. ¡No lo íbamos a tirar!
Aquel día me quedó muy claro que no hay nada fácil. Y sí, la moraleja fue la que ustedes están pensando: “Zapatero a tus zapatos”