ENCLAUSTRADOS III.- Y el pasillo se hizo camino
Lunes, día 16. Más que lunes parece domingo. Más allá del cristal, las calles permanecen frías y vacías. Echo de menos a los niños cargados con sus grandes mochilas y arrebujados en sus bufandas. Y el ruido de los vehículos siempre con prisas. A la vez pienso que mi ventana va más allá de Cangas y se abre a otras ventanas y los mismos problemas en Tineo, en Degaña, en Ibias, en Pola… Todos venimos a ver lo mismo, todos venimos a pensar igual.
Orbaya muy suavemente. Una ligera capa de nieve se ha asomado a la villa y llega hasta Santa Marina. Llegó anoche de improviso. Nada más ponerse el sol volvió el invierno. Ambos luchan esta mañana sin que ninguno logre imponerse al otro. En el cercano convento los pájaros, ajenos a los problemas humanos y a sus miedos, cumplen su ciclo natural y cantan y trinan. Todo está cerrado. De nuevo hay más huecos que coches en el Paseo y un silencio plomizo incluso más agobiante aún que el de las tardes invernales de noviembre.
Hoy he decido bajar a Corias. Y de nuevo he trasformado mi largo pasillo en ese camino. En las redes denuncian que hubo muchos paseantes por la zona. Creo que con el cambio de tiempo será más fácil quedarse en casa. Hay que concienciarse y si no se puede pasear no se puede. Habrá más pasillos como el mío y la misma o más imaginación para transformarlo en cuantos paseos y caminos deseemos, incluso uno que transcurra junto a la playa
Avisa la Policía Local de que el aparcamiento regulado está en vigor. Y también que no se ocupen los espacios de carga y descarga. En la tarde del domingo hubo de llamar al orden a paseantes y ciclistas que no cumplían las normas. También a otros que tomaban tranquilamente el sol en grupo junto a la estatua del minero, en la Colegiata, o en la puerta del juzgado. Humildad, responsabilidad, sociabilidad; estas son nuestra mejores armas en estos momentos.
Creo que no somos tan malos como nos creíamos; ni siquiera los jóvenes para los que debe resultar aún más duro permanecer encerrados en casa. También para los mayores privados del paseo, de la partida, del cafetín y la tertulia y a los que la tele, pues ni fú ni fá en la mayoría de los casos
En la noche del domingo volvieron los aplausos. De nuevo en este tramo del Paseo pasaron desapercibidos. No así más abajo, por donde el Banco Santander. Julio, del grupo Kilicasanta, con la música y su hijo Lucas, con la voz, tocaron y cantaron para todos los vecinos y todos aquellos que desde sus especiales y necesarios puestos de trabajo nos ayudan a todos dando lo mejor de sí mismos. También aplausos para él
La tarde pasó lenta yendo las manos de los periódicos a los libros, del ordenador al mando de la tele.
Media la mañana. Llueve
Paciencia y feliz jornada
El vídeo de Julio
https://www.facebook.com/cangasdelnarcea/videos/523087778401266/?t=17