La foto y su pie: La Forca
Dicen por estos lares cangueses que una vez dejadas atrás las fiestas navideñas, el Carmen comienza a abrirse camino en el calendario. Y al igual que con el paulatino alargamiento de los días, su mayor fuerza de luz, y el lento despertar de la savia en la naturaleza, en el alma y sentir de los cangueses comienzan a asentarse los mismos síntomas.
Y como primavera suena a alegría y juventud traigo hoy hasta aquí a la más juvenil de las peñas: La Forca. Y lo es porque año tras año así lo vienen demostrando sin arredrase ni tan siquiera un pelín por tener que subir al camino de Llamas a celebrar su cena y tirar su voladores. Su espíritu y afán son encomiables, al igual que lo es su alegría, su vivir festivo y sus apoyos desinteresados allá donde haga falta.