NARCEA.- Moal, será ejemplo para otros pueblos
Moal, Pueblo Ejemplar de Asturias, ha sido ahora designado para mostrar a otros pueblos de la zona rural distintas formas para fijar su población e incluso invitar al retorno a los emigrados.
Esta es la idea a desarrollar y que toma datos del estudio que está llevando a cabo el equipo del Comisionado para el Reto Demográfico del Principado, Jaime Izquierdo. Se trata de identificar iniciativas que ayuden al resurgimiento de zonas despobladas o en riesgo de estarlo. “Y aunque la crisis demográfica de Asturias es más que evidente, también es cierto que en el entorno rural hay mucha gente que se niega a vivir solo de las jubilaciones y de la economía de subsistencia. Que se niega a dejarse morir en silencio”.
Moal, en Cangas del Narcea, Pueblo Ejemplar de 2018, y Asiego, en Cabrales, premiado en 2019, se perfilan como las primeras aldeas modelo asturianas.
Como alternativa, la Consejería de Medio Rural buscará emprendedores, ajenos a la propiedad, que tengan iniciativas viables para dichos terrenos.
Izquierdo reitera en sus charlas por las distintas comunidades rurales que “la aldea del porvenir se fundamenta en tres requisitos imprescindibles: El primero, la dignidad, la posibilidad de desarrollar una vida plena, con bienestar, reconocida por el resto de la sociedad y deseable y querida por los actuales habitantes de la aldea y por sus descendientes”.
El segundo, “la comunidad, un grupo humano en el que todos se honran en pertenecer a un vecindario con sensación y sentimiento de arraigo e inclusión”.
Y el tercero, “que sea funcional, que haya un conjunto de actividades que den sentido a la aldea, por la que quienes la desarrollan tengan una retribución económica y moral. Son actividades primarias, de transformación, de servicios de interés mercantil y también comercial o estratégico”.
Medidas claras. Actuaciones legislativas efectivas. Fondos presupuestados y aprobados para proyectos concretos.
Moal comenzó a languidecer con la disminución de plantillas y el inicio de cierres en la minería Unos se jubilaban y los más jóvenes se iban yendo, poco a poco a Cangas, a Oviedo o Gijón, o a Madrid. Y así, Moal se encontró de pronto sin ninguno de sus tres bares, con menos de cien habitantes permanentes y con sus ingenios fluviales y sus aprovechamientos hidráulicos. La escuela aguantó abierta hasta 2009.
En declive la ganadería y sin fuerzas para competir, Moal poseía algunas ventajas: en cada casa había al menos un minero, de forma que había al menos el ingreso mensual que supone su jubilación.
La otra ventaja es la que le supuso el Premio al Pueblo Ejemplar de 2018, el espíritu asociativo de la vecindad. Y quizás del aburrimiento nació hace 18 años la Asociación de Muyeres de Moal. Hoy son 53 las socias, muchas de las cuales viven fuera de Moal y gracias a la asociación se mantienen “permanentemente en contacto y ayudan al pueblo de muchas formas”. Así como a la organización de talleres de todo, como repostería, ornamentación, hostelería, igualdad…
Las mujeres mostraron el camino. Los más jóvenes del pueblo, los que quedaban, tomaron su ejemplo y se apoyaron en ellas para recuperar la fiesta del pueblo. Pronto se apostó por aprovechar los montes para crear una carrera trail, que hoy es una de las tres mejores de España, tras nueve ediciones, y que revitaliza el pueblo y su entorno hasta extremos entonces inimaginables. 800 participantes entre las dos carreras con voluntarios, acompañantes y visitantes, el fin de semana de la carrera Moal inunda los alojamientos de todo Cangas, Ibias y Degaña, generando “un impacto directo solo en ese fin de semana de más de 90.000 euros”. Y luego la gente viene a prepararse o vuelve a visitarnos», explica Alberto Rodríguez, el director de carrera.
Los vecinos tienen claro que “tenemos que sacar adelante Moal, con proyectos en régimen de cooperativa o similar. Entre todos”, afirma José Lago, presidente de la Asociación Cultural Moal.
