La foto y su pie.- Amalgama de silencios y sentires
Verano. De la serranía a la dehesa, la vista se deja mecer por las onduladas colinas que bajan buscando el valle. Al frente, el monte corta el horizonte haciendo girar la mirada hacia el oeste donde aquel se abre a nuevos caminos de aguas y sendas.
Sentados sobre la peña, dejándose acariciar por el airecillo serrano del atardecer, la familia se deja ir entre silencios y ayeres revividos en ellos por quienes les insuflaron el amor a la tierra, su pequeñas cosas, sus decires y sus silencios. Es “el miajón de los castúos” revivido y fundido en perfecta armonía con los sustratos vivenciales de Asturias y Burgos.
Y la luz de la tarde se va apagando lentamente