TINEO en el centenario de su cronista
Persona muy querida y reconocida en toda la comarca, e incluso más allá, Julio Antonio Fernández Lamuño nació en Luarca el 25 de enero de 1920. Acaba pues de cumplir 100 años.
Es licenciado en Ciencias, sección Químicas, por la Universidad de Oviedo y perito agrícola por el Instituto Nacional Agronómico de Madrid. A fines de 1948 comenzó a trabajar en la Granja Agrícola de Tineo, fundada en 1925 por la Diputación Provincial de Oviedo y el Ayuntamiento de Tineo, de la que fue responsable hasta su jubilación en 1987. En este concejo y en los inmediatos del occidente de Asturias desarrolló toda su vida laboral. Se interesó por las múltiples facetas de la vida campesina, “que alcanzó a conocer según sus propias palabras cuando aún pervivían muchas de las muestras de viejas prácticas en aldeas y brañas, derivadas de una antigua y tradicional economía rural”.
Fernández Lamuño pertenece a una generación de técnicos del Servicio Agropecuario de la Diputación Provincial que, bajo la dirección del ingeniero agrónomo Gabino Figar Álvarez (1913-2006), promovió la modernización del campo asturiano con la introducción de máquinas nuevas (entre ellas el tractor), abonos minerales, semillas de maíces híbridos, etc. servicio de asesoramiento y ayuda a los campesinos; la difusión de la enseñanza agrícola y ganadera en todos los ámbitos (desde la creación de una escuela de capataces hasta impartir cursillos divulgativos de perfeccionamiento a campesinos por las noches en escuelas, bares o casas particulares, en los que se proyectaban diapositivas hechas por los propios técnicos del servicio y documentales de divulgación); las primeras concentraciones parcelarias; la apertura de “praderas artificiales”; la selección de las razas vacunas asturianas para carne y la generalización de la raza frisona para leche; la inseminación artificial , etc.
Su currículo es largo y enjundioso por lo que tan solo damos aquí algunas pinceladas.
Como responsable de la Granja Agrícola de Tineo, Fernández Lamuño realizó numerosas memorias anuales e informes técnicos sobre cultivos y ganadería. Por encargo del presidente de la Diputación Provincial redactó en abril de 1958 un “Informe sobre los concejos de Ibias y Degaña” y otro “Informe sobre Los Oscos” (publicado en 2008). Diez años más tarde, en diciembre de 1969, llevó a cabo otro trabajo de esta clase en el concejo de Allande. Los tres informes iban ilustrados con numerosas fotografías realizadas por el autor.
Es miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos desde 1986 y Cronista Oficial de Tineo desde 1993. En los años sesenta fue corresponsal en Tineo del periódico La Nueva España, de Oviedo, y en la década siguiente colaboró en la redacción de la Gran Enciclopedia Asturiana.
Fernández Lamuño ha publicado varios libros dedicado s a Tineo y también a su actividad profesional. Entre los primeros están: Tineo, recuerdo de una región (1968), El monasterio de Obona (1981), Tineo, villa y concejo (1982), Tineo y Obona en la ruta jacobea (1991), Nuestros templos parroquiales (1993), Crónicas de Tineo (1999), Tineo: escuelas y enseñanza primaria en los siglos XIX y XX (2003), etc.
La afición a la fotografía de Fernández Lamuño comienza muy joven en Luarca. A partir de 1957 compaginó la fotografía en blanco y negro con la diapositiva en color.
Fue uno de los promotores de la creación de la Casa de Cultura de Tineo, que se estableció en el antiguo edificio de la Audiencia, y en la que había una biblioteca, una sala de conferencias con cabina de proyección de películas y un laboratorio fotográfico que llevaba Pallá, un catalán funcionario de la Diputación Provincial. Fernández Lamuño nunca reveló ni positivó sus negativos, trabajos que encargaba a profesionales de Tineo, Luarca, Cangas del Narcea y Oviedo.
