La foto y su pie. ¿A dónde el camino irá?.
¿A dónde el camino irá?. Se deja ir el paseante por la inercia de la pendiente quizás absorto en sus pensamientos, quizás con la mente en blanco, estando sin estar, caminando sin caminar, sintiendo y no sintiendo en un todo del momento.
Al fondo, en los montes, se vislumbran las casas de una pequeña aldea y a la derecha, inclinándose sobre el camino, las ramas de los frutales, cargadas de promesas primaverales que serán fruto maduro en el verano, parecen inclinarse al paso del paseante. Las sombras dibujan franjas en el suelo mientras la tarde se deja ir al igual que el caminante inconscientes ambos de la fugacidad del tiempo. Cada instante es ya un ayer.