La foto y su pie.- No todo está perdido
Monchi captó el momento. Absortos cada uno en su libro, dos jóvenes viven un momento especial del día. Solos. Aislados cada uno en sus silencios. Cómplices con cada autor y cada personaje no cuenta el tiempo para ellos. Ni el tiempo ni el paisaje. La soledad de piedra del entorno contribuye a agrandar la del espíritu en directa comunión con el sentimiento.
No todo está perdido. Los libros aún siguen teniente un hueco entre los jóvenes, aunque como ocurre con el de la derecha sea compartido con el móvil,