15 años del asesinato de Sheila Barrero en Degaña
Han pasado quince años y cada 25 de enero el concejo de Degaña sigue recodando a la joven Sheila Barrero que murió asesinada, en el alto de La Collada, en la carretera que une Degaña con la provincia de León. Pero, tanto para la familia como para los vecinos, es como si hubiera sido ayer. Aseguran recordar cada momento de ese fatídico día en el que la joven, de 22 años, apareció en su coche asesinada de un tiro en la cabeza.
“Lo estamos pasando muy mal, ves pasar el tiempo, 15 años ya, y para nosotros es como si hubiera sido ayer, es muy triste vivirlo porque no tienes vida”, reconoce la madre de Sheila, Julia Fernández, quien recalca la tristeza que embarga a la familia, más aún cuando llega el 25 de enero, día del aniversario.
En el pleno extraordinario conmemorativo que se celebró en Degaña, la Corporación municipal reiteró en la declaración institucional aprobada su apoyo a la familia.. La alcaldesa, Araceli Soárez, fue la encargada de llevar a cabo la lectura de la declaración, en la que mostró la esperanza de que “la reapertura del caso suponga un punto de inflexión que permita resolver el suceso para que la familia, la ciudadanía de Degaña y la sociedad en general puedan tener el consuelo de que quien haya cometido tan deplorable crimen cumpla su condena”.
Tras la celebración del pleno, la familia, integrantes de la corporación y vecinos se reunieron en el Auditorio Municipal para guardar un minuto de silencio en recuerdo de Sheila Barrero. Además, el Ayuntamiento colocó las banderas a media asta.
A la citada reapertura del caso es a la única esperanza a la que se aferra la familia para que se llegue el esclarecimiento del crimen, puesto que 15 años después del asesinato de Sheila Barrero nadie ha pagado por él. Hace unos meses se anunciaba el impulso de las investigaciones sobre el caso y su reapertura judicial. Julia Fernández asegura que la familia no tiene datos sobre los procedimientos que se pueden estar llevando a cabo con respecto a la investigación del asesinato de su hija y añade que ahora les toca ser prudentes a la espera de lo que pueda pasar. No obstante, la familia siempre ha tenido un sospechoso y siguen pensando en él como el culpable de que Sheila no haya llegado a cumplir los 37 años que tendría ahora. “Nosotros tenemos claro quién es el culpable desde que llegaron las pruebas y la detención”, insiste la madre de Sheila Barrero, en referencia al único detenido e investigado del caso, el joven leonés B. V. G., quien había sido pareja de la víctima. Sin embargo, tanto el juez como el ministerio público consideraron en su momento que las pruebas que lo incriminaban eran circunstanciales e insuficientes para sostener una acusación de asesinato.
Mónica Barrero, hermana de Sheila, señalaba a la salida del pleno su deseo de que éste sea “el último pleno”, una esperanza que expresó tras confirmar que la familia recibió el pasado día 15 la comunicación de que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cangas del Narcea ha reabierto el caso. La familia cree que es la última oportunidad que tienen para que se esclarezca el suceso y se haga justicia; por eso encaran el 15.º aniversario del asesinato de Sheila Barrero con fuerza. “Habíamos perdido las esperanzas porque 15 años son muchos, pero ahora la reapertura del caso nos da un impulso muy grande, sobre todo a nivel emocional”, asegura Mónica Barrero, que también confiesa que en su familia no pueden evitar sentirse nerviosos al pensar en lo que pasará. “Confiamos en el trabajo de Guardia Civil, han puesto todo de su parte y solo queda esperar a ver qué pasa y en qué queda todo”, añadió.
La mañana en la que fue asesinada, Sheila Barrero volvía de trabajar de un pub de Villablino (León), un trabajo que le ayuda a completar los ingresos de su empleo semanal en una agencia de viajes en Gijón. Según la investigación, un coche la adelantó y la obligó a detenerse en plena carretera. El homicida se montó en el asiento de atrás del coche de la joven y le disparó. Luego, movió el automóvil hacia un aparcamiento del área recreativa, donde a mediodía la encontró su hermano.