La foto y su pie.- Déjennos volver a ser niños
Han amanecido cubiertos de blancas sábanas de frío los campos de España y de juguetes los salones y cocinas de miles de hogares. Han contrapuesto sus realidades el frío de los campos y calles y el calor humano de las familias. Esas familias tan denostadas por la seudoprogresía que las considera casposas y desfasadas tal ocurre con las palabras España o Patria que, dicen, tan solo utiliza el fascismo.
Los Reyes Magos (otra herencia fascista y de Franco, según los citados) han acudido puntuales a su cita de fantasía e ilusión. Miles de niños se han despertado con azogue en la sangre y nervios hasta en las puntas de los dedos. Unos dedos que, ágiles, ha roto al momento lazos y envolturas que a los ayudantes de los Magos llevó largo tiempo preparar.
Hoy, los mayores, especialmente los abuelos, hemos vuelto a ser crédulos niños llenos de ilusiones y fantasías buscando un regalo junto al árbol o en los zapatos colocados bajo la ventana. Y también, con dedos temblorosos, hemos roto el envoltorio de nuestro signado paquete entre los aplausos y las preguntas de nuestros nietos.
-¿Qué te han traído abuelo?
Y con ellos hemos expresado nuestra alegría por el regalo.
No nos digan que los Reyes son los padres y déjennos volver a ser niños. Al menos en la mañana del día seis de enero.