Esperando al verano entre las nieblas
Tal me pareció que la modernizada Vetusta de Clarín se despertaba en el abrir de un incipiente otoño.
Las calles, semidesiertas, se dejaban mojar nostálgicas de tiempos de amores clandestinos y de canónigos embozados. Apenas circulan vehículos. Tan solo faltaba el aire para determinar que habíamos llegado al tiempo de las castañas. De vez en cuando me cruzaba con algún transeúnte camuflado bajo el paraguas. No veía niños, ni mochilas, ni madres a carreras. Y entonces caí en la cuenta: no es otoño. Oviedo inicia hoy el período canicular del verano. Hoy es 19 de julio. La niebla envuelve a la ciudad y el orbayo moja burlándose de los paraguas. Otro escribirían orvayo, el de más allá orballo, e incluso orvallo. De todas las formas moja y tapa el horizonte. Aún seguimos esperando la llegada del verano.