CANGAS DEL NARCEA.- Las monjas llegadas de Viveiro están contentas y agradecidas
Las seis religiosas dominicas que abandonaron el convento de clausura de Valdeflores, en Viveiro, el pasado día 18, están felices en el monasterio de la Orden en Cangas del Narcea. Así lo señala M.S. Corral en el diario La Voz de Galicia
Según cuenta el periodista, la monjas partieron de Viveiro en un vehículo de mudanzas, llevándose sus escasas pertenencias y desesperadas por la difícil convivencia que tenían en el citado convento. Fueron acogidas por las hermanas dominicas del monasterio cangués.
Poco más de una semana después, las seis monjas han recuperado la tranquilidad y la alegría, y las más ancianas, incluso la salud, como reconocen. Y precisa Corral: “probablemente ya nunca regresen al monasterio de Viveiro, enorme, frío y desolado probablemente para seis religiosas de edad avanzada, algunas enfermas y superadas por los problemas internos. Hoy en día no lo echan de menos. Las seis religiosas dominicas han sido acogidas con cariño y con los brazos abiertos, como dicen ellas mismas, en el monasterio cangués, situado en pleno centro de Cangas, en una larga avenida con el ajetreo cotidiano propio de una ciudad”.
Fueron las mismas religiosas las que hicieron saber el periodista a través de sor Consuelo que están muy bien y muy agradecidas por el recibimiento y la hospitalidad de las hermanas de las tierras asturianas.