La foto y su pie.- Atardecer entre la sierra y los olivos
La ya tenue luz del atardecer diluye los perfiles de las cosas. Tan solo la línea de montañas que rompe el horizonte se marca sobre un cielo de pálido azul.
Verdean los olivos en primer plano jugando al escondite con los ocres y rojizos de casas y tejados. Alguna que otra pared blanca rompe la uniformidad del plano como un guiño al quiebro de la monotonía.
Cual caravana de caballerías camino del infinito, los perfiles de los árboles destacan miniaturizados ante un cielo de nubes rotas y azules diluidos en la cumbre del Cogorro.
Van arropando las sombras las faldas de las Villuercas mientras Berzocana se recoge sobre sí misma bajando la persiana al día. Y la Naturaleza sigue imperturbable su ciclo eterno.