Operar con el idioma o no se me salga usted de madre
Pues qué quieren ustedes que les diga. Estamos llegando a absurdos totalmente incomprensibles contra los cuales la doctrina de lo políticamente correcto levanta prohibiciones en su afán de llevarnos a todos a un pensamiento único y universal que, lógicamente, viene a ser el suyo. Salirse de esta línea conlleva anatema y proscripción, amén de que te coloquen en esa lista que tanto miman de “los fascistas” .Y ello como primer paso. En el horizonte ya amenazan nubarrones más graves como la Ley de la Memoria o la de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) que, dejando pequeña a la llamada “Ley Mordaza”, amenazan con cárcel y multas gordas que impondrán, no los jueces y tribunales, sino un denominado “Comité de control” (o algo así) a todo aquel osado que se salga de sus parámetros de opinión o intente dudar de su bondad o veracidad.
Y aquí tienen un ejemplo concreto de actualidad en lo que a la Lengua se refiere:
En la Sanidad de Baleares, a la hora de cubrir plazas, el gobierno socialista otorga un punto por la formación en Nefrología realizada en una prestigiosa universidad extranjera. Por hablar catalán concede seis.
No sé yo si es que los tratados médicos en catalán son mucho más avanzados que los editados en otros idiomas como el castellano, alemán o inglés y no están traducidos, o es precisamente eso lo que lleva a exigir a estos especialistas que dominen mejor el catalán que la materia. A saber.
No me consta que el conocimiento del catalán se exija, de momento, a los párrocos, con lo cual si uno se muere porque el médico es un manazas en lo suyo, pero un gran dominador del catalán y con el cual no hemos podido entendernos con nuestro pobre castellano, al menos podrán cantarnos el funeral de cuerpo presente en español. Digo yo.