La foto y su pie.- Sombras y realidades
Pinceladas del tenebrismo se incrustan en el objetivo. Un fondo de tormenta envuelve en truculencias pictóricas la composición en la que se integran los niños como figuras centrales contraponiendo el movimiento de una a la quietud de su opuesta.
La cruz se erige en elemento central de la composición añadiendo misterio y un punto de temor en la totalidad del cuadro.
La realidad que esconden las sombras de un atardecer en el Acebo es que, bajo sus capuchas y contraluces, los niños se ríen del fotógrafo.
Nada es lo que parece.