Ecos del Carmen.- De padres a hijos
Feliz y sonriente, Carmen (no podría ser otro el nombre) sonríe en brazos de su padre, Mario, tanto o más feliz que ella. La mirada le delata en su orgullo paterno y las pegatinas y la camisa de su peña apuntan los días que viven. Es el nuevo signo de los tiempos y ya no son solo las madres las que pasean a sus hijos. Los padres, aún en plena vorágine festiva de peñas, farturas y voladores, siempre encuentran un tiempo, como Mario, para pasear orgullosos con sus hijos. Así, entre todos, la continuidad de las tradiciones y la esencia canguesa no podrá perderse nunca.