CANGAS DEL NARCEA.- ¿Quedamos en el Parador?
Todo sabemos de la existencia del Parador Nacional de Corias. Incluso estamos orgullosos de él. Pero quizás, por su cercanía, no lo conocemos. No sabemos que, aún sin estar hospedado en el mismo, podemos acercarnos a sus comedores, a su bar, a las terrazas de los jardines interiores…..
¿Quedamos hoy en el Parador?. Esta puede ser la pregunta perfecta para ir a toma un café, unos vinos, un aperitivo y, cómo no, una cena o una especial comida. Algo que nos saque de las rutinas. Y no nos asustemos, tampoco es tan caro. ¿Y qué me dices de unas copas o unos cócteles nocturnos frente a la araucaria?
Para este verano Paradores presenta un menú especial, un menú diseñado por el chef Mario Sandoval, que atesora dos estrella Michelin. Lo que hace que esté menú sea único, son sus sabores de verano. Los platos están elaborados con productos que hablan de calidad y de cercanía. Podríamos calificar el menú como una auténtica ruta por algunos de los platos y recetas más deliciosas y apreciadas del acervo gastronómico de España, y de la tradición de Paradores.
A lo largo del verano, todos los que se acerquen al Parador podrán degustarlo en fin de semana (Viernes en horario de cenas, sábado almuerzo y cenas y domingos en horario de almuerzos).
Nosotros ya lo hicimos y salimos totalmente encantados, tanto ya del menú como del servicio: amable, sencillo, cercano y resolviendo tus dudas. Y al final María, la cocinera, acudió con especial simpatía a darnos toda clase de detalles de los platos servidos.
También tuvimos especial sumiller para los vinos, Beatriz Pérez, de la Bodegas Vidas, y presidenta de la DO Vinos de Cangas, nos fue presentando los diversos blancos de inicio al igual que hizo al cierre con la hora de los tintos. Una perfecta escaleras de aromas, olores y sensaciones para el paladar.
El director, Ignacio Bosch, desplegó toda su amabilidad y buen hacer precisando que se ha elaborado un menú colaborativo buscando a la vez algo especial y creativo. “Un guiño tanto al viajero como a la gente dela zona”. No obstante siguen en la carta los menús tradicionales.
¿Que en qué consiste este menú veraniego de Paradores?
Se lo explico. Pero antes confieso que he tirado de chuleta
APERITIVOS
Säam de manita de cochinillo
Uno de los platos más conocidos de la cocina oriental, y básicamente es comida enrollada en una hoja– de hecho, säam significa precisamente eso, “enrollado”. En este aperitivo rellenamos una hoja de lechuga con una elaboración tradicional de nuestra gastronomía, manitas de cochinillo guisadas con azafrán.
Taco de perdiz en escabeche
Una de las especialidades culinarias de la cocina castellana es la perdiz en escabeche, un plato que se sirve caliente o frío. Lo presentamos en una torta de trigo para poder degustarla de aperitivo a modo de taco.
Soufflé de queso curado
Plato ligero elaborado al horno, donde todo el protagonismo lo tiene uno de los productos que más variedad podemos encontrar en nuestro país, el queso.
ENTRANTE
Salmorejo de mango y anguila ahumada
Este plato es una versión del tradicional salmorejo cordobés, en el que sustituimos el tomate por mango y guarnecemos con anguila, un pescado muy presente en un buen número de platos típicos regionales. Sobre todo, en el norte de España donde es un producto muy popular.
PESCADO
Parpatana de atún rojo
Sin duda uno de los pescados estrella en la temporada de verano es el atún rojo. La
parpatana es un corte situado entre la cabeza y la ventresca, sabroso y con mucha jugosidad. Antiguamente era una pieza que se descartaba junto con la cabeza
Asado y glaseado al momento de servir, conseguimos darle a esta pieza la relevancia que se merece.
CARNE
Pichón con su estofado
El pichón, tan presente en la gastronomía clásica, lo elaboramos estofando las patas y cocinando suavemente las pechugas para terminarlas a la plancha. Esta es la mejor forma de hacerle justicia a un ave cuyo sabor, nunca mejor dicho, parece caído del cielo.
POSTRE
Tarta Alaska
También conocido como “tortilla noruega” o “tortilla sorpresa”. Hay muchas dudas sobre el origen real de este postre, pero es en 1867 donde recibe este nombre. En una de sus versiones se rocía ligeramente con algún licor justo antes de presentarlo y es flambeado mientras se sirve.