La foto y su pie: El tejado de la Concepción
La ermita de la Concepción, situada en la entrada del pueblo según se dice en la Coplas del Ramo, no se encuentra con buena cubierta. Han bailado las tejas al son del viento y reblandecido con aguas que, helada en algunas ocasiones, las ha levantado de sitio situándolas en peligroso revoltijo.
Amenazan las goteras con dañar al edificio y que la necesaria reparación sea más costosa.
Ya sé que tan solo nos gustaría contar aquí, o allí, las cosas más buenas y bonitas del pueblo pero hay veces que la realidad acude a zarandearnos y hacernos conocedores de una necesidad. En este caso la de retejar. Y si hay que ayudar, ayudamos. ¿O no?