La foto y su pie: Llegó el invierno
La foto y su pie: Llegó el invierno
Llegó el invierno. Y lo hizo de la mano de nieblas y de las primeras heladas. Los árboles ya han perdido sus últimas hojas y los olivares se han quedado sin frutos.
La villa se ha quedado en letargo y sus calles silenciosas y olvidadas. Alineadas, las puertas permanecen cerradas y los edificios vacíos. Tan solo en algunas ventanas, tras los visillos, se adivinan rostros que el tiempo ha curtido buscando la vida exterior prácticamente inexistente.
Ha venido en el invierno, no de la mano de hombres y mujeres del tiempo que señalan con horas, minutos y segundos el momento. No. Lo ha hecho, como siempre ha sucedido en el campo, siguiendo el ritmo de la Naturaleza, ajeno por completo a los parámetros en que los hombres quieren encerrarlo